(Miaminews24).- El Cairo es considerado como una ciudad inteligente en el desierto, con zonas verdes y viviendas de lujo, el gobierno se trasladará a la ciudad aún no nombrada en 2019. Pero, ¿Se mudará alguien más?
Billboards que prometen otra forma de vida se han agrupado a lo largo de las carreteras obstruidas del centro de El Cairo. Los anuncios de desarrollos de vivienda cerrados llamados «Regent’s Park», «Beta Greens» o «Uptown» prometen «verde de 360 grados» y espacios abiertos. Uno, en un camino central ocupado y contaminado, invita a los espectadores a «solo respirar».
La promesa de escapar de la congestión del centro de El Cairo a una nueva vida a 40 km de distancia en las afueras de la ciudad es fetichizada para aquellos que puedan permitírselo. En ninguna parte esto es más claro que en las vallas publicitarias que publicitan bienes raíces en «Entrada», un desarrollo de viviendas y propiedades comerciales en la nueva capital administrativa de Egipto, que actualmente no tiene nombre. «Bienvenido a una comunidad suprema», proclama uno. El desarrollo es promocionado por sus creadores como «la entrada a una nueva ciudad, un nuevo estilo de vida, una nueva comunidad y un nuevo centro de atracción mundial».
La capital alternativa abarcará 700 km2, lo que la hace casi tan grande como Singapur, y tiene como objetivo albergar a un total de cinco millones de personas. El plan muestra una gran cantidad de rascacielos y edificios residenciales, así como un «distrito gubernamental», todos estacionados alrededor de un «río verde» central, una combinación de agua abierta y vegetación vegetal dos veces más grande que el Central Park de Nueva York.
El proyecto está diseñado para limpiar los problemas de El Cairo y construir un nuevo y brillante futuro. La mayoría de los edificios gubernamentales, así como los ocupados por el presidente egipcio, Abdel-Fattah al-Sisi, están programados para trasladarse allí en junio de 2019. También se alienta a las embajadas extranjeras a reubicarse, y las empresas serán atraídas a un distrito comercial central de 20 Rascacielos construidos en China. Pero, ¿qué pasará con la ciudad vieja una vez que la nueva capital arraigue?
Si los planes del gobierno son exitosos, la medida dejará atrás una red de edificios vacíos, todos propiedad de la misma compañía paraguas que el nuevo capital, y para la cual no existe actualmente un plan. Para el gobierno, el nuevo capital administrativo representa un nuevo comienzo, pero uno que extraerá riqueza del capital existente.
Durante una visita al sitio en octubre pasado, los periodistas fueron invitados a ver la construcción de la iglesia más grande de Egipto, un nuevo edificio de gabinete, y se quedaron mirando un estanque ornamental estancado en el futuro mientras un par de aviones de combate realizaban un vuelo ceremonial. Las fotos de Entrada muestran amplias villas junto a serpenteantes charcos de agua y anuncian su proximidad a los 4km de parques temáticos y al llamado terreno natural. Un apartamento de dos habitaciones, con «una vista del agua», jardines privados y una habitación de servicio, se cotiza en alrededor de £ 45,000.
El portavoz del proyecto, Khaled El-Husseiny, se resistió a las preguntas sobre la cantidad de viviendas asequibles disponibles en la nueva capital y el precio promedio de los bienes inmuebles. «Olvídate de los números, no son importantes y no están arreglados», dijo, frustrado. «Tenemos un sueño, y estamos construyendo nuestros sueños ahora».
El mes pasado, dentro de las oficinas con paredes de vidrio de la Capital Administrativa para el Desarrollo Urbano (ACUD), la compañía que supervisa el proyecto, El-Husseiny intenta explicar. ACUD es propiedad en un 51% de las fuerzas armadas egipcias, El-Husseiny es un general mayor, al igual que la tierra de la nueva capital. El 49% restante de ACUD está controlado por el Ministerio de Vivienda de Egipto. El-Husseiny dice que no solo actúa como una compañía paraguas para controlar la construcción de la nueva capital, sino que después de su finalización también operará los edificios vacíos en El Cairo.
«Por ejemplo, el ministerio de vivienda posee un edificio o muchos edificios en el centro de El Cairo», dice. «Daré aquí un nuevo edificio ministerial, uno inteligente y conectado, con aire acondicionado y actualizado, y en ACUD tomaremos el viejo. Estamos estableciendo una nueva compañía solo para controlar todos los edificios que recibiremos de todos los ministerios «.
El futuro de los muchos edificios que conforman la extensa infraestructura estatal de Egipto, en su mayoría situados en propiedades inmobiliarias de primer nivel en el centro de El Cairo, sigue siendo incierto. «No tenemos ningún plan sobre cómo invertir en estos edificios, pero lo arreglaremos y lo resolveremos», dice El-Husseiny. «Tal vez podamos convertirlos en hoteles».
Las ganancias de estos edificios desocupados luego retroalimentan al ACUD. Pero tampoco está claro cuánto dinero se está hundiendo en la nueva capital administrativa. Se le dio un costo inicial estimado de £ 30bn en 2015.
«No hay un presupuesto total», dice El-Husseiny. «Es uno grande, muy bueno, pero también debemos calcular el costo de la construcción de infraestructura». Agrega que el ACUD fue fundado con una inyección de efectivo de 204 mil millones de EGP (£ 8,5 mil millones) del Ministerio de Defensa y el ministerio de vivienda, pero enfatiza que el proyecto continuará sin más ayuda del gobierno.
Hay dos tipos de presupuesto, dice: «El presupuesto de acuerdo con los documentos y el presupuesto real que tienen que pagar». Él dice que el ACUD ya ha reembolsado 20 mil millones de EGP a los bancos, aunque la fuente de estos fondos no está clara, ya que es quién pagará en última instancia por el resto de los edificios brillantes que se muestran en los planos.
El-Husseiny enfatiza que el presupuesto para el nuevo capital se liquidará «caso por caso» a medida que se construya cada parte. El distrito gubernamental, por ejemplo, costará 40 mil millones de EGP. – A modo de comparación, Egipto aceptó un préstamo de emergencia de $ 12bn (£ 8.8bn) del Fondo Monetario Internacional en 2016.
El nuevo capital también recurrirá a los recursos tan necesarios de El Cairo. Dos estaciones de agua bombean aproximadamente 200,000 metros cúbicos de agua por día, extrayendo agua de las ciudades satélites cercanas. Una vez que se complete el proyecto, utilizará aproximadamente 1,5 millones de metros cúbicos de agua por día.
«En Brasil fue Rio y se convirtió en Brasilia, necesitamos esto. Cuesta miles de millones, lo sabemos, pero lo necesitamos «, dice El-Husseiny, refiriéndose al proyecto emblemático de Oscar Niemeyer y Lúcio Costa para construir una nueva capital en Brasil , considerada ahora como un símbolo del fracaso de la planificación urbana y la desigualdad. Se espera que la nueva capital de Egipto albergue a casi el doble de la población de Brasilia, mientras que paradójicamente atrae a los que ingresan como una forma de escapar de la concurrida vida callejera de El Cairo.
Hay pocas garantías de que el alto costo de la vivienda permita a nadie más que la parte superior de Cairenes poblar la nueva capital, y el proyecto corre el riesgo de convertirse en un proyecto de construcción lucrativo pero vacío similar a las «ciudades fantasmas» de China. Los trabajadores del gobierno recibirán un descuento estimado del 25%, pero con el precio promedio por metro cuadrado estimado por El-Husseiny en 8000-9000 EGP (£ 323-363), está muy por encima de los medios del trabajador promedio del sector público, cuya semana el salario fue de solo 1154 EGP por semana en 2016 .
No hay duda de que la población en rápida expansión de El Cairo necesita desesperadamente viviendas. El número de habitantes creció en medio millón en 2017, lo que la convierte en la ciudad de más rápido crecimiento del mundo. Gran Cairo, ahora una megalópolis, albergaba a 22,9 millones de personas a mediados de 2016 y se prevé que contenga 40 millones en 2050. Pero la ciudad ya está rodeada por una gran colección de ciudades planificadas y medio vacías, cada una un monumento fallido a sus desarrolladores ‘incapacidad para sacar a la mayor parte de la población del centro de El Cairo.
«Las ‘ciudades’ del desierto ya existentes en El Cairo, en su mayoría, sirven económicamente al extremo mucho más alto del espectro», dice Mohamed Elshahed, un urbanista egipcio y editor del Observador de El Cairo . «Todos estos incluyen la vivienda social como parte de sus desarrollos. Pero eso no significa que no será un pequeño porcentaje de un proyecto inmobiliario especulativo mucho más grande, que es de lo que se trata realmente esta [nueva capital]».
Los trabajadores que no pueden permitirse mudarse a la nueva capital pueden utilizar el tren eléctrico y el monorriel propuestos para ir a trabajar, pero no hay garantías de que tengan un precio competitivo. «Para que el nuevo capital tenga éxito, si el objetivo es reducir la congestión, no viene simplemente moviendo a unos pocos miles de empleados», dice Elshahed. «La mayoría de los empleados del gobierno no poseen automóviles privados, por lo que no es como si estuvieran congestionando el centro de El Cairo».
Sin embargo, El-Husseiny está determinado a que su sola visión atraerá a suficientes nuevos residentes, incluidas las embajadas extranjeras y los que trabajan allí. «Les daremos beneficios que no están disponibles en el antiguo Cairo, calles anchas y una ciudad inteligente», dice, describiendo algo bastante distópico: «Una ciudad inteligente significa una ciudad segura, con cámaras y sensores en todas partes. Habrá un centro de comando para controlar toda la ciudad «. Una portavoz de la Embajada Británica en El Cairo dice que, si bien el gobierno egipcio ha ubicado espacio para las embajadas, actualmente están» evaluando la mudanza «. Otras embajadas contactadas por Guardian Cities dudaban, pero no estaban dispuestas a discutir esto públicamente.
«El Cairo no es adecuado para el pueblo egipcio», dice El-Husseiny. «Hay atascos en cada calle, la infraestructura no puede mantener a la población y está muy concurrida. Sin un plan maestro específico, ha empezado a ponerse feo… no hay humanidad».
No cabe duda de que la congestión de El Cairo hace que los residentes fantaseen con la fuga, aunque las calles anchas, las ventanas de doble acristalamiento, las aguas abiertas y los tapices podados parecen más los sueños de los suburbios de Londres o Chicago que las ideas bien adaptadas a la llanura desértica.
Pero El-Husseiny es inflexible. «Necesitamos un punto de referencia, una nueva capital. Tenemos derecho a tener un sueño y este es nuestro sueño».
Con información de The Guardian.
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