(Miaminews24).- Primero lo despidieron de la universidad y ahora le quieren quitar su finca en Viñales.
Tras ser expulsado de la Universidad de La Habana por sus posiciones políticas, el biólogo cubano Ariel Ruiz Urquiola— devenido activista y agricultor en la provincia de Pinar del Río— se encuentra detenido desde el jueves y enfrenta un juicio este martes por supuesto «desacato».
Antes de ser detenido el jueves, Ruiz Urquiola comunicó que «más de cinco hombres, funcionarios del cuerpo de guardabosques que no se identificaron con nombres y apellidos penetraron forzadamente en su finca», según reportó la opositora cubana Ailer González.
Los funcionarios lo habían acusado originalmente de talar árboles de manera indiscriminada para cercar su terreno pese a que él poseía una autorización para erigir una barrera, escribió González.
Si el biólogo recibe una condena de más de seis meses, podría perder las tierras que arrienda en usufructo al Estado y en las que lleva a cabo un proyecto de bio-granja y estación ecológica para rescatar especies forestales endémicas.
Llamadas al celular de Ruiz Urquiola no fueron contestadas.
La detención se suma a los acosos que ha sufrido el científico y su familia y que ellos atribuyen a denuncias que han realizado sobre violaciones de los reglamentos ambientales en Viñales así como a las opiniones políticas de Ruiz Urquiola.
«Ariel es un estorbo porque ha denunciado a la fiscalía que están cazando jutías, que están talando árboles, la contaminación de las fuentes acuíferas con los residuos de los puercos y las autoridades locales no actúan, no sancionan a esos individuos al parecer porque hay corrupción», dijo su hermana, Omara Ruiz Urquiola, profesora del Instituto Superior de Diseño de la Universidad de La Habana (UH), a Diario de Cuba.
En una entrevista publicada por el proyecto opositor Estado de Sats a fines de abril, Ruiz Urquiola y su hermana denunciaron «ataques a la finca» y destrucción de cultivos y animales llevados a cabo por supuestos campesinos de la zona, al servicio de la Seguridad del Estado.
«Hay toda una operación para hostigarnos, para darnos caza y sacarnos de ese lugar», dijo Omara Ruiz Urquiola.