(Miaminews24).- Un ex piloto de NASCAR fue arrestado en la ciudad de Lake Mary, en el centro de Florida, por haber intentado tener relaciones sexuales con una menor de edad.
Rick Crawford, de 59 años y piloto de la NASCAR Truck Series de 1997 al 2009, fue detenido el jueves cuando se iba a realizar el encuentro con el supuesto padre de un niña de 12 años, al que había acordado previamente pagar entre $50 y $75.
Lo que Crawford no sabía es que ese presunto padre era un agente federal encubierto.
Los documentos presentados en la corte indican que el ex piloto de NASCAR respondió el 10 de febrero a un anuncio online que buscaba a personas interesadas en realizar una “experiencia sobre un oscuro tabú”
Cuando el ex piloto supuestamente respondió “hagámoslo”, el agente encubierto le contó que era un padre de 50 años que lo dejaría tener relaciones sexuales con su hija de 12 años a cambio de dinero.
Crawford, nacido en Mobile, Alabama, entonces pidió fotografías de la niña, a lo que el agente le envió imágenes de una compañera de trabajo cuando tenía unos 12 años, supuestamente con el permiso de la mujer.
Según los documentos de la corte, en un momento de la conversación el agente le preguntó al ex piloto si “había hecho esto anteriormente” a lo que Crawford respondió: “Pagué por esto. Sí”.
Después de dos semanas, ambos hombres acordaron reunirse en el estacionamiento de un Wendy’s a eso de la 1 de la tarde. El plan era que Crawford los siguiera hasta su casa o “jugaría” en la camioneta del padre en el mismo estacionamiento.
Cuando fue interrogado tras su detención, Crawford dijo que había ido para verificar si el supuesto papá tenía de verdad una niña de 12 años. Agregó si la hija era menor de edad, él no iba a hacerle nada.
El ex piloto se encuentra detenido en la cárcel del condado Seminole sin derecho a salir bajo fianza
Durante su carrera profesional, Crawford solamente ganó cinco carreras, siendo la primera el Florida Dodge Dealers 400 de 1998 en Homestead y la última, el Power Stroke Diesel 200 de 2006 en Indianapolis.
Por: Johanna A. Álvarez
Fuente: El Nuevo Herald
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