(Miaminews24).- Los estudiantes y padres del Condado Miami-Dade van a encontrarse con una extraordinaria presencia policial cuando el jueves las clases continúen en el horario habitual, tras la masacre ocurrida en una secundaria de Broward solo un dia antes.
Alberto Carvalho, superintendente de las escuelas públicas de Miami-Dade, dijo que la fuerza policial del condado estará completamente desplegada, en tanto agentes y autos patrulleros de la policía de agencias municipales y condales iran a las escuelas del área para ayudar en las labores de seguridad.
Estas medidas de urgencia, que Carvalho dio a conocer en un video enviado a los teléfonos celulares de los padres del condado, tienen dos propósitos. En primer lugar, estar alertas ante cualquier ataque similar de un posible imitador, y en segundo, darle cierta tranquilidad a las familias y empleados escolares cuando los estudiantes regresen a clases tras la tragedia donde por lo menos 17 menores y adultos murieron baleados en la escuela Marjory Stoneman Douglas High en Parkland. El sistema escolar de Miami-Dade también enviará consejeros para atender a estudiantes y empleados que necesiten ayuda después de la desgracia ocurrida a pocas millas de distancia.
“Podemos enfrentar todo esto juntos”, dijo Carvalho en un video que se dio a conocer el miércoles. “Tenemos que continuar alertas. Observar los indicios sospechosos que a menudo tenemos ante nuestros ojos y comunicarlos a nuestros empleados, directores y maestros”.
Según las autoridades el pistolero, Nikolas Cruz,activó una alarma de incendio en la secundaria Douglas High, y la evacuación de rutina le dio más oportunidades para dispararle a las víctimas.
Carvalho dijo que lo sucedido no hizo más que convertir en realidad sus “peores temores”, cuando una medida de precaución se vuelve vulnerable y da pie a otra amenaza. “Se siguieron todos los protocolos”, dijo, “pero alguien violó esos mismos protocolos”.
Incluso con una mayor presencia policial, dijo Carvalho, la matanza de Broward indica la necesidad de tomar más acciones para aumentar la seguridad en las escuelas.
Carvalho dijo que enfrentar los problemas psicológicos de los estudiantes podría incluso ser más efectivo que instalar detectores de metal en los planteles, algo que conllevaría gastos “exorbitantes” y que tal vez ni siquiera impediría que alguien meta un arma de fuego en la escuela, ya que la podría introducir a través de una cerca durante el receso.
Carvalho señaló que la atrocidad ocurrida en Douglas High no hace más que volver a recordar la necesidad de un mayor control de armas en todo el país.