Nuevos documentos sobre el asesinato de Kennedy ofrecen pistas frescas

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(Miaminews24).- La publicación reciente de documentos secretos sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy ha dado nuevas pistas a los que lo no creen que Lee Harvey Oswald actuó solo.

El presidente Donald Trump prometió este otoño en Twitter que todos los documentos sobre el asesinato de JFK se harán públicos para finales de abril del 2018 “para descartar todas las confabulaciones”.

En su lugar, los 34,963 documentos dados a conocer en el 2017 han alimentado las ideas de investigadores y otros que creen que todavía queda mucho por conocer sobre la historia de cómo asesinaron a Kennedy en Dallas hace 54 años.

“Hasta hoy, como se esperaba, no hemos visto un documento que incluya a los confabulados en el asesinato del presidente Kennedy”, dijo Larry Sabato, director del Centro para la Política de la Universidad de Virginia y autor del libro The Kennedy Half Century: The Presidency, Assasination and Lasting Legacy of John F. Kennedy. “Lo que hemos recibido es mucho material bueno, no solamente sobre el asesinato de Kennedy sino también sobre esa época”.

Fue la película JFK, de Oliver Stone y estrenada en 1991, la que llevó al Congreso a exigir la publicación de documentos secretos más de dos décadas después que fueron revisados para propósitos de seguridad nacional y para proteger a informantes del momento. La película, que impugna la versión oficial del asesinato, hizo que las ideas de teóricos de la confabulación se popularizaran y llevó a otros a cuestionarse la versión oficial de los hechos.

El buró de McClatchy en Washington, el Miami Herald y el Fort Worth Star-Telegram han estudiado miles de documentos recién publicados sobre JFK. Estas son algunas de las pistas nuevas o fortalecidas que reveladas hasta ahora por el nuevo material.

Captura de pantalla de un documento de la CIA de 1956 recién desclasificado que muestra que el entonces alcalde de Dallas durante el asesinato de Kennedy, Earle Cabell, había sido un activo de la agencia.

El alcalde de Dallas era un activo de la CIA

Un documento en particular de los dados a conocer en agosto ha creando mucho alboroto: muestra que Earle Cabell, alcalde de Dallas en el momento del asesinato, el 22 de noviembre de 1963, era un activo de la CIA desde finales de 1956.

La CIA había retenido información sobre la base de que no era relevante. No se han publicado documentos relacionados, pero incluso ese documento es en sí importante. Charles, hermano de Cabell, fue subdirector de la CIA hasta que Kennedy lo despidió en enero de 1962.

“Eso muestra por qué Dallas fue el lugar”, dijo Zack Shelton, agente retirado del FBI quien rechaza vehementemente que Lee Harvey Oswald fue el único que disparó contra Kennedy. “Creo que la investigación o el foco va a ser más que Oswald no actuó solo”.

Shelton, de 67 años y retirado en Beaumont, Texas, era agente del FBI in Chicago, donde combatía al crimen organizado en los años 1980. Mientras trataba de desbaratar un grupo de contrabandistas relacionado con un supuesto sicario de la mafia llamado James Files, Shelton se enteró que Files tenía cosas interesantes que decir sobre el asesinato de Kennedy 20 años atrás.

Ese fue el comienzo de una cadena de sucesos que llevaron a Files a confesar en prisión en Illinois que él fue uno de varios hombres armados en Dallas ese día fatal, y que disparó desde la famosa colina cubierta de césped.

Muchos historiadores desestiman las alegaciones de Files, pero Shelton sostiene que Files era un asesino y que formaba parte de la organización criminal conocida como La Cosa Nostra, dirigida en Chicago por Salvatore Giancana. Files fue liberado de prisión en el 2016 después de cumplir una larga condena por intento de asesinato.

Los documentos de la CIA y el FBI dados a conocer hasta el momento no dicen nada sobre Files ni otro asesino con quien supuestamente trabajó, llamado Charles Nicoletti. Pero eso no fue una sorpresa para Wim Dankbaar, un holandés que tiene una página de internet y videos dedicados a desmentir lo que considera un mito —que Oswald mató a Kennedy o que actuó solo— y promover la postura de que Files mató a Kennedy.

“¿De verdad creen que no han desaparecido los archivos incriminatorios?”, pregunto Dankbaar con irritación en una entrevista telefónica.

El grupo de documentos dados a conocer en noviembre incluye algunos sobre el mensajero de Giancana, un ex policía de Chicago conocido como Richard Cain y quien se reunió en la Ciudad de México con personal de la CIA; él también era informante del FBI. Una biografía de 1992 escrita por familiares de Giancana indicó que el jefe mafioso le había dicho a su hermano menor que Cain y Nicoletti, no Oswald, estaban en el Almacén de Libros de Texas desde donde le dispararon a Kennedy.

Además, varios documentos recién dados a conocer tocan a la CIA y su trabajo con mafiosos para evitar que Fidel Castro llegara al poder, y después para derrocarlo.

El bar de Nueva Orleans

Otro documento revelatorio dado a conocer en su totalidad el 15 de diciembre es la transcripción de una entrevista realizada en 1978 a Orest Pena por la Comisión Selecta sobre Asesinatos de la Cámara de Representantes. Según Pena, dueño de un bar en Nueva Orleans, Lee Harvey Oswald era agente o informante del gobierno de Estados Unidos.

¿Cómo lo sabía? Porque el propio Pena era también informante, dijo. Pena había entregado información a la Comisión Warren en julio de 1964, pero como muestra el nuevo documento, posteriormente reveló muchos más detalles sobre Warren de Brueys, un agente del FBI en Nueva Orleans a quien Pena dijo que respondía.

Oswald, alegó, frecuentaba un lugar para desayunar no solamente con Brueys sino con agentes de Inmigración y Aduanas en Nueva Orleans. Pena creía que Oswald tenía una oficina en el mismo complejo de gobierno.

Pena también testificó ante el panel de la Cámara que De Brueys lo había amenazado con represalias si compartía con los investigadores detalles de sus reuniones y la capacitación de agentes anticastristas, y que el agente del FBI que lo manejaba fue trasladado a Dallas antes del asesinato. Sin embargo, las dos comisiones del gobierno en lo esencial desestimaron el testimonio de Pena.

“Sus razones para negar esto fueron débiles”, dijo Rex Bradford, presidente de la Fundación Mary Ferrell, que tiene la mayor colección de documentos electrónicos sobre el asesinato de Kennedy. Bradford tampoco cree en la versión oficial de los hechos.

La recientemente publicada transcripción probablemente provoque nuevo interés en el vínculo de los hechos con Nueva Orleans y búsquedas en documentos del gobierno en varias entidades oficiales, dijo.

De Brueys falleció en el 2013 a los 92 años. Jim de Brueys, su hijo, dijo al New Orleans Advocate en ese momento que su padre fue enviado a Dallas después del asesinato, no antes, y que durante mucho tiempo se sintió frustrado de que lo nombraran en teorías conspirativas.

Esta captura de pantalla de un documento federal recientemente dado a conocer muestra que George Gaudet, antiguo activo de la CIA, aparentemente recibió un permiso de viaje de México con un número secuencialmente siguiente al del permiso emitido a Lee Harvey Oswald.

David Atlee Phillips, un texano en México

Uno de los nombres que los expertos esperan encontrar en los documentos que todavía no se han dado a conocer es David Atlee Phillips. Este texano oriundo de Fort Worth, veterano condecorado de la Segunda Guerra Mundial, tuvo cargos directivos de la CIA en operaciones en todas las Américas, como Cuba, México y Chile.

Entre los nuevos documentos dados a conocer anteriormente este mes hay uno que muestra que la CIA estaba tratando de determinar qué sabía Phillips sobre Oswald y cuándo conoció ciertas cosas sobre el misterioso viaje del supuesto asesino a México en septiembre de 1963.

Documentos muestran que la CIA le había seguido la pista a Oswald y grabó interceptaciones de sus llamadas y visitas a las embajadas soviética y cubana en la capital mexicana antes del asesinato en Dallas.

“Oswald estuvo allí durante seis días y nosotros solamente sabemos lo que hizo durante seis horas. ¿Qué estaba haciendo allí? No creo que estaba de vacaciones”, dijo Sabato, quien piensa que todavía queda mucho por conocerse sobre la presencia de Oswald en México.

Los nuevos documentos ofrecen detalles sobre las personas con quienes Oswald se reunió en México y los esfuerzos de la CIA por conocer qué hizo en ese país y sus visitas a las embajadas soviética y cubana, supuestamente con el objetivo de conseguir una visa para visitar esas naciones. Espiar la embajada cubana fue una de las principales tareas de Phillips, escribió en su autobiografía The Night Watch.

Una de las principales razones por las que Phillips es de tanto interés es la alegación de un antiguo líder anticastrista de Miami de que Oswald era un informante de la CIA manejado por un hombre llamado Maurice (o Morris, como aparece a veces) Bishop. Y Bishop era en realidad un alias usado por Phillips, insiste Antonio Veciana.

Veciana, un exiliado cubano, ayudó a liderar el grupo anticastrista Alpha 66 y alega que él mismo trabajó con Bishop/Phillips y lo vio con Oswald.

En una declaración a McClatchy, Veciana, que ahora tiene 89 y no goza de buena salud, dijo: “No tengo duda de que el hombre que yo conocí como Maurice Bishop era David Atlee Phillips. Fue el mismo hombre a quien vi con Oswald”.

Los documentos recién dados a conocer muestran que la CIA estudió las alegaciones de Veciana. Uno de los documentos revela una lista de los todos empleados de la agencia apellidados Bishop.

“No creo que viva para verlo, pero a medida que más documentos salgan a la luz, el país conocerá a final de cuentas la verdad sobre el asesinato de Kennedy y la manera en que Bishop/Phillips participó”, dijo Veciana a McClatchy.

Shawn Phillips, quien ahora tiene 74 años y fue un reconocido músico folk, es sobrino del ex directivo de la CIA. Con frecuencia se le ha atribuido haber contado la historia de su padre, James, quien se alejó de su hermano David; un intento de reconciliación salió mal después que David, quien estaba muriendo de un cáncer de pulmón, le confesó a James que había estado en Dallas el día del asesinato de Kennedy.

El sobrino no contestó a varias solicitudes de comentario, pero en un poema de 1988 alabó a su tío como un hombre misterioso y complejo.

En el libro The Night Watch, escrito años antes, David Atlee Phillips dijo que estaba trabajando en la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México cuando recibió una llamada de su esposa para decirle que había escuchado un reporte de que a Kennedy le habían disparado, contrario a lo que supuestamente confesó en su lecho de muerte.

Sobre Oswald, escribió: “No tengo pruebas que sugieran que Oswald actuó como agente de los cubanos o los rusos, de que era agente de la CIA o de que algún aspecto de su viaje a la Ciudad de México fue más ominoso de lo que reportó la Comisión Warren”.

Sin embargo, los documentos dados a conocer en el 2017 sugieren que la CIA y el FBI dedicaron varias décadas a tratar de entender mejor qué hizo Oswald en México.

Más intrigas

Otras información en los documentos recién dados a conocer incluyen la conclusión de que un ex agente secreto ultraconservador llamado George Gaudet había recibido misteriosamente un permiso de viaje de México cuyo número era el siguiente al permiso de Oswald.

Y en otro revelador documento que quizás haga que los investigadores se lancen en nuevas direcciones, está una llamada a un diario británico, el Cambridge Evening News, 25 minutos antes del asesinato de Kennedy, que decía que la embajada estadounidense pronto recibiría un noticia importante. El documento en cuestión es un memorando de la CIA al FBI, fechado cuatro días antes del asesinato, y señala que la información se compartió con el servicio MI5 británico.

“Ya ha pasado mucho tiempo, son 54 años”, dijo Bradford, de la Fundación Mary Ferrell.

Fuente: El Nuevo Herald