(Miaminews24).- Este miércoles, cerca de las 11 de la mañana, decenas de vehículos se estacionaron afuera de un centro comercial con la intención de registrarse para la novena edición de la Caravana del Migrante.
El objetivo de viajar juntos consiste en evitar las situaciones de extorsión en la frontera y proteger el regreso de los mexicanos residentes en Estados Unidos, que llegan a México para pasar las fiestas de Fin de Año.
Al iniciar el registro de vehículos, las autoridades ofrecen información sobre los trámites que deberán realizarse para evitar contratiempos y salir puntuales de esta ciudad, con destino a sus lugares de origen.
Pasado el mediodía, el estacionamiento de la plaza comercial está lleno. Los participantes hacen filas en varios módulos durante largos minutos. Entre las autoridades presentes están la CNDH y el Consulado General de México en Laredo. Además se contará con el apoyo de autoridades estatales de Salud, Protección Civil y Seguridad.
A las tres de la tarde ocurre el primer corte: 900 vehículos viajarán, con al menos 3 mil 500 pasajeros para cruzar la frontera.
Inseguridad, una realidad
A raíz del crecimiento del crimen organizado en las ciudades de la frontera, cruzar la línea que divide México y Estados Unidos se ha vuelto un riesgo para los migrantes.
Entre las historias de aquellos que esperan a participar en esta edición de la caravana destacan los relatos de extorsión por parte de los grupos del crimen organizado que los esperan en la línea fronteriza para cobrarles entre 200 y 400 dólares.
Aristeo Olvera, coordinador de la Dimensión de Movilidad Humana de la Diócesis de Querétaro, menciona que estos casos no forman parte de una realidad que pueda negarse y, por el contrario, se debe incrementar la participación en la organización de caravanas como esta y la colaboración con las autoridades.
«Son situaciones que preocupan, por un lado la gente tiene la ilusión de ver a su familia, su casa, su tierra, pero al darse cuenta de los delitos tienen miedo de cruzar», lamenta.
El registro se mantiene al caer la tarde y se prevé que continúe durante la madrugada. La presencia de vehículos de Illinois o Michigan aumenta. Aunque las filas se han desvanecido, los módulos continúan atendiendo a los connacionales que esperan llegar a México en las próximas horas.
Entre los vehículos se encuentran Andrés y Margarita, dos participantes de la caravana por tercer año consecutivo, originarios del municipio de Arroyo Seco, Querétaro.
Hace 30 años, Andrés llegó a Estados Unidos y hace 10 llegó Margarita para vivir con su esposo. Ambos viven en Dallas, Texas, y esperan que amanezca para iniciar el viaje.
El impacto de la migración en esta zona no sólo se refleja en datos duros, también lo hace en sus calles y en los anuncios publicitarios. Si escuchas la radio hay canciones mexicanas, si vas a un restaurante los meseros hablan, en su mayoría, español; si caminas por las calles del lugar, la piel morena y los rasgos latinos se ven entre las multitudes.
De acuerdo con la proyecciones demográficas de 2017, realizadas por el Texas Department of State Health Services, de una población de 28 millones 797 mil 290 personas en este estado, 11 millones 804 mil 795 son de origen hispano.
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