Los inversores deben prepararse para el mayor cambio de la política monetaria desde 2006

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(Miaminews24).- Tras años de crecimiento, caída del desempleo e incrementos de precios en varias clases de activos, 2018 puede ser el gran año para los bancos centrales de los países desarrollados. El Banco Central Europeo, la Reserva Federal de EEUU o el Banco de Inglaterra tomarán decisiones de calado y todas con el mismo propósito: endurecer la política monetaria.

Según revelan desde la agencia Bloomberg, varios economistas de las grandes firmas de Wall Street están avisando a los inversores para que se preparen para el mayor endurecimiento de la política monetaria en una década.

Un cambio de calado en la política monetaria puede reducir el atractivo de unos activos e incrementar el de otros diferentes. Por ejemplo, unos tipos de interés más altos pueden incrementar el coste del capital, reduciendo los márgenes de las empresas que trabajan con elevado endeudamiento. Esto puede influir en el precio de las acciones de algunas compañías.

Por otro lado, unos tipos más altos también también pueden influir en el precio de los bonos, cuya rentabilidad es inversa al precio. Los activos de renta fija a corto plazo suelen mostrar una fuerte relación con el objetivo de tipos a corto del banco central. No obstante, aunque una caída del precio pueda causar pérdidas en algunos gestores e inversores que invierten en bonos, también se convierten en un activo más atractivo para inversores que buscan una rentabilidad con los cupones.

 

Crecimiento sin pausa

La economía mundial suma varios años de expansión, cuando unas regiones se desaceleran, otras toman el relevo y crecen con más fuerza. Ahora parece que todas las grandes regiones económicas están aumentando su producción con robustez con cierta coordinación. Este contexto está llevando a la economía del globo a un ciclo de crecimiento continuado de una duración considerable. Por ellos, Citigroup y JPMorgan  pronostican que los tipos de interés medios de las economías avanzadas alcanzarán el 1% el próximo año, lo que sería el mayor incremento (en puntos porcentuales) desde 2006.

En cuanto a la flexibilización cuantitativa (QE por sus siglas en inglés), que el próximo año cumple su décimo aniversario en EEUU, Bloomberg Economics pronostica que las compras netas de activos por parte de los bancos centrales caerán hasta los 18.000 millones de dólares mensuales a finales de 2018, en comparación con los 126.000 millones de dólares en septiembre. Además, este banco cree que en 2019 las compras serán negativas, es decir, los balances de los grandes bancos centrales del mundo comenzará a adelgazar.

 

Sincronización del ciclo

Eso refleja una expansión global cada vez más sincronizada que por fin adquirirá la fortaleza suficiente para impulsar la inflación, aunque no con la misma intensidad del pasado. La prueba para las autoridades, incluido Jerome Powell, el futuro presidente de la Reserva Federal de EEUU, será si pueden seguir retirando los estímulos sin afectar a la demanda ni a los mercados de activos.

«2018 será el año del verdadero ajuste», asegura Ebrahim Rahbari, director de economía global de Citigroup en Nueva York. «Seguiremos en el camino actual, en el cual los mercados financieros pueden absorber muy bien la política monetaria, pero tal vez más avanzado el año, o en 2019, la política monetaria pasará a ser uno de los factores de complicación».

La situación será un poco más clara esta semana, puesto que Banco de Noruega, la Fed, el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo y el Banco Nacional Suizo anunciarán sus últimas decisiones de 2017. Esas entidades ‘establecen’ los costes crediticios para más de un tercio de la economía mundial. Por lo menos otros 10 bancos centrales también darán a conocer sus decisiones esta semana.

La Fed dominará las noticias este miércoles. Se cree que elevará su tipo de referencia un cuarto de punto porcentual. Se estima que la presidenta saliente, Janet Yellen, dará pistas sobre más incrementos para 2018. El Banco Nacional Suizo, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo tomarán decisiones también en los próximos días, aunque es cierto que se estima que mantendrán los tipos en su nivel actual.

Es probable que haya más actividad el próximo año, y Citigroup estima que el tipo de interés promedio de los países desarrollados tocará niveles máximos desde 2008 con un ascenso de 0,4 puntos porcentuales, hasta tocar o superar el 1%. JPMorgan pronostica que la media de los tipos en las economías desarrolladas llegará al 1,2%, un incremento de más de medio punto porcentual en un año.

Citigroup estima que la Fed y el Banco Central de Canadá realizarán tres movimientos, mientras que el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Suecia y Noruega harán uno. JPMorgan apuesta más alto y cree que la Fed hará cuatro cambios, todos dirigidos a endurecer la política monetaria.

En los cambios subyacen las expectativas de que la economía mundial se expandirá 4% el año próximo, la mejor perspectiva desde la salida de la recesión en 2011 (al menos en EEUU). Entre los elementos aceleradores se cuentan la fuerte caída del desempleo, el fortalecimiento del comercio y del gasto empresarial, así como una probable reducción de impuestos en EEUU.

Con información de EE-ES.

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