Trump anunció cambios sobre Cuba en el teatro y esto pasó

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(Miaminews24).- Para anunciar su nueva política hacia Cuba, el presidente de Estados Unidos Donald Trump eligió el Teatro Manuel Artime, en el icónico barrio de La Pequeña Habana, en Miami. Pero afuera, a una cuadra, fue donde se desarrolló el verdadero espectáculo, desde la mañana del viernes.

En una esquina de la calle Flagler y la avenida 9, se reunió un grupo de simpatizantes de Trump y de políticas más duras hacia la isla. Los de costumbre, como Vigilia Mambisa, llegaron temprano y colgaron una enorme bandera cubana. Algunas señoras iban ataviadas de pies a cabeza de color rojo y con la bandera de EEUU, otros llevaban gorras y camisetas con el eslogan de campaña de Trump: “Make America Great Again”.

En la otra esquina, detractores de Trump –desde demócratas hasta socialistas– se aglomeraron para gritar consignas por sus respectivas causas. “Enciérrenlo”, “Investíguenlo”, “Trump hijo de Putin”, decían algunos carteles, en alusión a la pesquisa sobre la presunta intervención de Rusia en las elecciones de EEUU.

Ambos grupos, parados detrás de barreras de metal, se gritaban consignas e insultos desde altoparlantes, y aunque cerca de una decena de agentes de la Policía de Miami trataba de evitarlo, de vez en cuando alguien del bando contrario corría a provocar al otro lado.

Anuncio de Trump sobre política con Cuba

Para añadir drama a la batalla, la lluvia inundó los huecos en la calle Flagler, que está rota desde hace más de un año debido a las obras interminables que realiza el Departamento de Transporte de Florida. Las decenas de periodistas y camarógrafos que se reunieronen el humilde barrio, corrían entre la arena mojada y los conos anaranjados para transmitir los gritos de un lado y del otro.

Trump anunció cambios sobre Cuba en el teatro y esto pasó a una cuadraUna reportera de televisión que casi se cae en un charco mientras corría en zapatos de tacones, declaró que aquello parecía una zona de desastres.

Un hombre canoso y de piel tostada, se paró en medio de los dos bandos, como intentando decidir a cual unirse. Era difícil determinar a qué grupo pertenecía: su camiseta roja tenía enfrente la frase “No todos los cubanos somos rubios”. Terminó uniéndose a los que no gustan de Trump.

Por: Brenda Medina

Fuente: El Nuevo Herald

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