Obras en Coral Gables deja millonaria pérdida a comerciantes

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(Miaminews24).- Han transcurrido más de 13 meses y las obras en Miracle Mile y Giralda Avenue continúan siendo el ojo de un huracán que coloca a los comerciantes de ambas calles en Coral Gables al borde de un proceso judicial.

El activista comunitario y tres veces aspirante a la Comisión de Coral Gables, Jackson Rip Holmes, dijo a Diario las Américas  que “No podemos demandar a la Ciudad por la ejecución de un proyecto pero ocurrieron errores muy puntuales por los que sí podemos demandar al contratista ejecutor de las obras o incluso el Ayuntamiento por omisión de ciertas cláusulas en el contrato”.

De hecho, la gran reforma comenzó el 28 de abril del año pasado, cuando el entonces alcalde James Cason dio inicio a las obras, tras cinco años de espera que estuvieron caracterizados por el debate sobre la aprobación de diseños, presupuesto y materiales de construcción.

“El primer gran error lo hizo el contratista con su equipo de arquitectos: el plan diseñado de jardinería no estaba bien y la Ciudad mandó a rediseñar el proyecto cuando ya habían comenzado las obras”, señaló Holmes, que posee un importante local comercial, herencia de familia desde 1930.

“Sólo ahí, durante el proceso de rediseño, hubo cuatro meses de demora”, resaltó.

Por otra parte, Holmes mencionó que el Gobierno municipal, que goza de una supuesta inmunidad ante la mayoría de las demandas, cometió un “grave error” por no requerir horas extras de trabajo para ahorrar tiempo y minimizar los daños a los comerciantes.

“Por qué no requirieron trabajar en la noche, incluso 24 horas, como han hecho otras ciudades para acelerar la construcción”, preguntó el activista comunitario.

Y subrayó que esa “omisión” podría ser considerada “una negligencia” por parte de la Alcaldía.

Pérdidas

Sobre las obras en Giralda Avenue, cuya arteria ya denota la mitad del proyecto terminado, el propietario del notorio restaurante La Dorada, Domingo Gándara, aseguró que sus pérdidas ascienden a casi un millón de dólares.

“Son 800.000 dólares, dinero que no hemos percibido, por la caída de clientes que no quieren venir a Giralda Avenue mientras dure la construcción, y que tengo muy bien documentado, calculado por una firma contable muy respetada”, subrayó Gándara.

Pero, hay más. Aparte de las pérdidas hay cierre de negocios, como la tienda especializada en productos de aseo personal y belleza B´living, que colgó el cartel “cerrado hasta que terminen las obras”.

“Les ofrecimos no pagar el alquiler pero nos contestaron que ni aun así podían continuar operando, ya que no recibían suficientes clientes, suficientes ingresos, ni para pagar el sueldo de los empleados”, relató el propietario del edificio, José Hidalgo, que es además el gerente de la agencia de viajes Ecuatour que ocupa la segunda planta.

“En nuestro caso, las ventas han bajado 40%, respecto al año anterior”, señaló Hidalgo.

Y recordó cómo, unos días antes de las elecciones municipales en marzo, los comerciantes de Giralda Avenue sostuvieron una reunión con el entonces alcalde, Jim Cason, quien “aseguró que las obras serían terminadas en cuatro semanas”, o sea el pasado mes de abril.

“Hoy no puedo reclamar su promesa porque ya no es alcalde pero sí puedo recordar lo que prometió”, declaró el gerente de Ecuatour.

Según el alcalde Raúl Valdés Fauli, que antes sugirió “un paquete de ayuda”, hoy señala que “no hay posibilidad de compensación” monetaria y que las obras en Giralda Avenue podrían “terminar en cuatro semanas”, a finales de junio o principios de julio.

Negligencias

Uno de los supervisores de las obras, anónimo, que declinó decir su nombre, aseguró que “hay falta de coordinación entre los subcontratistas” y por ende “falta de supervisión de la Ciudad”.

El supervisor sostuvo que “cada subcontratista hizo su trabajo acorde a su comodidad”, desde abrir zanjas y reemplazar la tubería hasta cubrir las excavaciones, colocar tendido eléctrico y lámparas, así como la jardinería y la instalación de adoquines.

“Si falta algo, sea un cable o un árbol, porque no lo pidieron a tiempo o porque viene de lejos, atrasa el trabajo de los demás”, recalcó.

A esta declaración se suma la observación de muchos comerciantes en ambas calles, como Hidalgo.

“Vimos días enteros sin que los trabajadores vinieran, otros muchos con sólo cuatro o cinco obreros. Ahora vienen más. O sea, así no se hace una obra. Hubo negligencia”, recalcó.

Y sobre la negligencia, Hidalgo reflexionó: “Y ahora, quiénes son los que pagan por ella, los comerciantes, y no debe ser así”.

Fuente: Diario las Américas