(Miaminews24).- Los Cavaliers de Cleveland hicieron buenos los pronósticos al proclamarse por tercera temporada consecutiva campeones de la Conferencia Este tras eliminar en cinco partidos (4-1) a los Celtics de Boston y ahora su siguiente objetivo será el defender también el título de monarcas de la NBA ante los Warriors de Golden State, a los que vencieron el año pasado.
De nuevo, la combinación de un mejor LeBron James con los Cavaliers, y la ausencia del base estrella de los Celtics, hizo posible que los actuales campeones de liga ganasen con facilidad la serie y sin que hasta el momento con marca de 12-1 en lo que va de los playoffs se haya visto exigidos.
La historia será muy distinta para los Cavaliers cuando a partir del próximo jueves comiencen el tercer duelo en el ORACLE Arena de Oakland, donde van a ser recibidos por unos Warriors invictos (12-0), tres barridas consecutivas, nueva marca en la historia de los playoffs.
Lo visto en el quinto partido que disputaron los Cavaliers en el TD Garden de Boston y que ganaron por paliza de 102-135 no puede servir de referencia a ningún nivel de cara a conocer con exactitud el nivel de juego real en el que se encuentran los actuales campeones de liga.
Los Celtics, que ganaron el tercer partido gracias al mal día que tuvo James, anotó sólo 11 puntos, no fueron nunca un equipo que pudiese competir de tú a tú con los Cavaliers y las estadísticas del quinto partido no dejaron ninguna duda al respecto.
Mientras que el quinto partido no tuvo ninguna historia, emoción y nada que resaltar más que la labor individual de Jamesque aportó 35 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias.
El «Rey» siguió con su marcha imparable de alcanzar marcas históricas que se encuentran en poder de los legendarios, como sucedió con la de máximo encestador de los playoffs, que le arrebató a Jordan.
La canasta que permitió a James superar a Jordan fue un triple desde el lado izquierdo del ataque de los Cavaliers en el TD Garden de Boston cuando faltaban 2:40 minutos para el final del tercer periodo y que pusieron a James con la anotación parcial de 29 tantos.
De esa manera, James se colocaba con 5.989 puntos, dos más de los que consiguió Jordan en su brillante carrera (5.987) con los Bulls de Chicago y seis títulos de liga.
Ahora James ya tiene en su poder la nueva marca con 5.995 puntos en los 180 partidos que ha disputado de playoffs por los 179 que jugó Jordan.
«Creo que mi marca no tiene demasiada importancia ya que Jordan logró más puntos que yo en menos partidos, lo que significa que fue más rápido», comentó James. «Uso el número de Mike (el 23). Creo que comencé a enamorarme de este deporte por Mike, sólo por lo que él logró. Cuando veías a Michael Jordan era casi como un Dios. Así que yo no pensaba que podía ser como Mike».
James, que disputará las séptimas Finales de la NBA consecutivas, anotó 30 o más puntos en 11 de los 13 partidos de la fase final que disputó con los Cavaliers, que tienen ahora 36-5 en los duelos contra rivales de la Conferencia Este desde el 2015.
Junto a James de nuevo la aportación del base Kyrie Irving que logró 24 puntos y el ala-pívot Kevin Love, que logró doble-doble de 15 tantos y 11 rebotes, vieron a conformar el «triángulo» ganador de los Cavaliers, que impusieron una nueva marca en la NBA con el decimotercero triunfo consecutivo que logran en partidos en los que se decide una serie.
Ahora, como ya habían adelantado los Cavaliers, superadas la finales de la Conferencia Este, los Cavaliers no tendrán más pensamiento y concentración que trabajar de cara a ver cómo pueden superar el gran duelo ante los Warriors, a los derrotaron el año pasado después de estar abajo 1-3 y se llevaron los cuatro últimos partidos de forma consecutiva.
Esta vez, los Cavaliers son conscientes que la historia no será la misma, especialmente, porque ellos de alguna manera llegan sin haber podido comprobar el verdadero nivel de juego que pueden alcanzar dado que nunca fueron exigidos por los Pacers de Indiana, Raptors de Toronto y Celtics, equipos a los dejaron en el camino para llegar de las Finales y defender el título de campeones.
Los Warriors, con la adquisición del alero Kevin Durant, se han convertido en el equipo a batir, llegan de nuevo como grandes favoritos al triunfo tanto entre los expertos como en el mundo de las apuestas.
Pero, como sucedió el año pasado, con James todo es posible, y más ahora que ya es también el «Rey» encestador en los playoffs tras despojar de la corona nada menos que al ídolo de su niñez, el legendario Jordan, el mismo que ganó seis títulos de liga, marca a la que también quiere alcanzar si los Warriors se lo permiten.
Con información de EFE.
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