El gobernador de Florida, Rick Scott, ha dado instrucciones a los organismos reguladores de salud para que se inicie una auditoría a más de un centenar hospitales con el fin de asegurar que no se cobra de más a los pacientes del Medicaid, informaron hoy las autoridades.
Los hospitales y aseguradoras elegidos de forma aleatoria tendrán que mostrar que no cargan una tasa superior al 120 % de la impuesta por el sistema de salud pública para los pacientes de bajos recursos (Medicaid).
Esta auditoría operativa comenzó a primeros de agosto, después de la fecha límite señalada por el estado para que los centros hospitalarios y planes de salud certificaran el cumplimiento de las regulaciones establecidas en los acuerdos de facturación de servicios.
Scott ha reducido la financiación de la Agencia para el Cuidado de la Salud de la Administración del Estado, que llevará a cabo las citadas auditorías, en unos 64 millones de dólares este año.
Scott está ahora inmerso en intensas negociaciones con las aseguradoras» que podrían dañar el incipiente programa de salud Medicaid. Las aseguradoras piden un aumento de beneficio, con el argumento que no están ganando lo suficiente, pero Scott se muestra renuente a inyectar más dinero del estado al programa.
Según informaciones reseñadas en medios locales, las autoridades ya han suministrado este año a los hospitales 400 millones de dólares para aumentar las tasas de reembolso de Medicaid.
En una carta enviada por Scott a la fiscal general de Florida, Pam Bondi, el gobernador señala que estos «acuerdos pueden, en última instancia, dar lugar a la sobrecarga del estado para Medicaid y otros servicios de salud y, en algunos casos, podrían constituir fraude al Medicaid y las prácticas comerciales engañosas y desleales». EFEUSA