(Miaminews24).- Luego de que la semana pasada un policía de Miami-Dade le dio muerte a un joven de 21 años en West Perrine, el martes en la noche una gran cantidad de personas llenaron los bancos de la iglesia bautista Sweet Home Missionary, y exigieron respuestas.
“No se trata de violencia armada; lo que ocurrió aquí fue un asesinato”, dijo Karen Harris, cuyo sobrino Jamar Rollins fue baleado mortalmente por un agente de policía el viernes pasado tras detener el automóvil que conducía Rollins.
Según la policía, el agente paró el vehículo porque lo vio desplazarse de forma errática. Cuando el auto se detuvo en la cuadra 10100 de West Indigo Street, el pasajero se bajó y echó a correr. Un agente con nueve años de experiencia en el departamento abrió fuego contra el conductor que, de acuerdo con la policía, tenía un arma.
El martes por la noche, la policía entregó volantes donde se busca al pasajero que escapó, Devin Smith. Detectives de la policía dijeron que quieren interrogarlo.
Sin embargo, los familiares de Rollins dijeron que éste había salido del automóvil y tenía las manos en alto.
Harris le preguntó a la policía: ¿Por qué Rollins fue baleado sin tenía levantadas las manos? ¿Buscaba la policía al conductor? ¿Por qué mataron a Rollins?
De cualquier modo, las respuestas estuvieron limitadas, ya que se trata de una pesquisa que aún está en curso. Siguiendo la política de la agencia, el Departamento de Policía de la Florida (FDLE) está investigando el incidente.
El foro celebrado en la iglesia, ubicada en el 10701 SW 184 Street, fue organizado por el comisionado de Miami-Dade Dennis Moss para de este modo responder al clamor de la población después de lo ocurrido.
“Cada vez que se pierde una vida, es algo trágico, sin que importe en qué circunstancia sucede”, dijo Moss. “Enviamos nuestras oraciones a la familia, y sentimos mucho la pérdida”.
Las tensiones aumentaron en la reunión de dos horas, donde hubo comentarios de políticos, funcionarios del orden público y preguntas de miembros de la comunidad.
Trithena Rollins, tía de Jamar Rollins, dijo que aunque es algo bueno que hubiera un diálogo abierto con las autoridades, la comunidad está “enfurecida”.
“Todavía no tenemos ninguna respuesta”, dijo Rollins.
El jefe de policía le pidió a la comunidad que llamara en caso de tener algún tipo de información sobre el incidente y prometió que la investigación sería transparente.
“Quiero que confíen en mí. Si se encuentra cualquier otra cosa diferente, tomaremos las medidas que hagan falta a su nombre”, dijo Juan Pérez, director de la policía de Miami-Dade.
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/MIAMI HERALD