(Miaminews24).- El pasado viernes en Kansas City, Lawrence John Ripple de 70 años entro a una entidad bancaria y asalto una de las taquillas y luego en lugar de huir, se sentó en la entrada del recinto a esperar la llegada de la policía.
¿Por qué lo hizo? Según su propia declaración, porque su objetivo no era el botín, sino ir a la cárcel, donde, aseguró, estaría mejor que con su mujer.
La denuncia recoge que Lawrence entró en la entidad y entregó una nota al cajero en la que se podía leer: «Tengo una pistola, dame el dinero». El empleado le dio entonces unos 3.000 dólares (2.656 euros). Al contrario de lo que habría hecho cualquier otro ladrón, el siguiente paso de este anciano fue quedarse en la oficina y cuando el guardia de seguridad se le acercó, le dijo: «Soy el hombre que está buscando». El guardia le quitó el dinero y lo retuvo hasta que llegaron los agentes.
Cuando los investigadores le interrogaron, Lawrence contó que él y su esposa habían discutido y que no quería permanecer en esa situación por más tiempo. Con su mujer delante, afirmó que prefería estar en la cárcel a vivir en su casa, según la información aportada por el FBI.
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