De acuerdo con lo informado por Rubén Ramírez, ministro del Ambiente de Perú y principal figura del Comité de Crisis Ambiental; la declaratoria servirá para garantizar el manejo sostenible de los territorios afectados.
La declaratoria del Gobierno peruano se extenderá sobre todas las áreas afectadas por el derrame de crudo que se produjo el 15 de enero como consecuencia de la erupción volcánica submarina en la isla de Tonga. Con la medida; las autoridades; entre otras cosas, buscan desarrollar trabajos de recuperación de la zona afectada y mitigar los efectos de la contaminación ambiental.
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Adicionalmente, la medida permitirá proteger la salud de la población debido a las implicaciones que puede tener el petróleo para el organismo.
“El derrame de petróleo crudo constituye un evento súbito y de impacto significativo sobre el ecosistema marino costero de alta diversidad biológica (fauna silvestre y recursos hidrobiológicos), y un alto riesgo para la salud pública; por lo que considera la procedencia de la Declaratoria de Emergencia Ambiental”; se lee en parte de la declaratoria.
La mencionada iniciativa gubernamental se sustenta en la consideración del Organismo de Evaluación y fiscalización Ambiental (OEFA) que verificó la presencia de hidrocarburos tanto en el mar como en una parte de la costa o franja de playa.
Asimismo; un comunicado del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) refiere que el crudo derramado muestra desplazamientos hacia el norte del país debido al movimiento de las corrientes marinas. Con ello afecta “las áreas de los Islotes Grupo de Pescadores de la Reserva Nacional Sistema de Islas; Islotes y Puntas Guaneras en 512 hectáreas aproximadamente y la Zona Reservada Ancón en 1758.1 hectáreas, afectando la biodiversidad de dichos ecosistemas”.
“La marea hace que se vea afectada un área mayor, también en la biodiversidad y en playas. Tenemos 21 playas afectadas que están cerradas por las labores de limpieza”; dijo a France 24 en español Fabiola Muñoz; exministra del Ambiente de Perú.
El derrame de petróleo, que por el momento afecta a una extensión cercana a los tres kilómetros cuadrados de costa y mar; se produjo el día 15 cuando un buque petrolero que descargaba crudo para la refinería La Pampilla, operada por la empresa petrolera Repsol; se vio afectado, según la versión de la empresa, por el fuerte oleaje que se produjo tras la erupción volcánica en la isla de Tonga.
La fiscalía peruana abrió una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental. Asimismo el buque Mare Doricum permanece fondeado en alta mar con una carta fianza de 39 millones de dólares.
Eduardo González Toro: “el problema ha dejado sin verano al norte del país”
De acuerdo con el diario peruano El Comercio, el 22 de enero se pronunció el ministro de Energía y Minas, Eduardo González Toro, sobre la situación y respaldó el decreto de estado de emergencia ambiental en la zona.
“Yo creo que es necesaria la declaración de emergencia de todo el litoral peruano porque esto es un problema que ha dejado sin verano al norte del país. No habrá bañistas; comercios, operadores de turismo, pescadores y restaurantes que no se vayan a perjudicar”, declaró González Toro al referido medio.
En efecto, días atrás unos 1.500 pescadores artesanales de la zona se expresaron por la situación ya que han afrontado dificultades para poder desarrollar sus actividades productivas.
“Me gano la vida con el mar. Esto es una pérdida de días de trabajo. Tengo 12 empleados, el impacto en la playa es enorme, llevamos cuatro días sin trabajar. En realidad es una pérdida económica, primero la pandemia y ahora un derrame de petróleo, no sé qué hacer»; dijo Bécquer Solís, un residente local que vive cerca del mar.
De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, el Ministerio de Salud de Perú ha establecido tiendas de campaña para atender la salud de los residentes que puedan presentar problemas debido a la situación.
“El ministro de Salud ha ordenado un despliegue a lo largo de todo el litoral para atender a los enfermos por un lado y también para proporcionar las medidas preventivas junto a la información necesaria para los vecinos y afectados. La idea es alejar a la gente de la playa que ya está contaminada y no tener contacto directo con los animales afectados»; dijo Elizabeth Rojas, funcionaria del Ministerio de Salud.
Repsol avanza en las labores de recuperación de la zona afectada
A través de un comunicado la empresa Repsol informó el 22 de enero que las labores de limpieza desarrolladas han permitido el retiro de 2,384 m3 de suelo afectado. Asimismo; informaron que este trabajo podría estar culminando a finales del mes de febrero.
“Actualmente son más de 1.350 personas realizando los trabajos de limpieza en tierra; quienes fueron capacitadas para esta labor y cuentan con los EPP necesarios (equipos de protección personal). Además tenemos a disposición 5 ambulancias en la zona para atender cualquier situación médica”; se lee en parte del comunicado.
Adicionalmente; la empresa petrolera ha señalado que estableció un acuerdo con cuatro asociaciones de pescadores de la zona para articular esfuerzos y proporcionar soporte debido a la situación.
En medio de la situación; la empresa sostiene que el derrame fue producto del fuerte oleaje que desestabilizó la embarcación y provocó daños en la tubería. No obstante; un general de la Marina de Guerra peruana consultado por el diario La República determinó que “esa es una versión”.
Sobre ello; la agencia de noticias EFE cita a un grupo de veleristas entrevistados por el diario El Comercio los cuales admiten haber abandonado una competición por la falta de oleaje.
“El mar estaba plano, no había oleaje, no había vientos, ninguna condición particular»; dijo el velerista Alec Hughes quien agrega haber escuchado un ruido estridente que provenía del buque.