Una serie de tiroteos en los últimos días tiene a las fuerzas del orden al límite, con algunas advertencias de que una mezcla turbulenta de una pandemia, disturbios raciales, oleadas históricas en la venta de armas y un año electoral rencoroso podrían hacer que sea un verano especialmente mortal.
Aunque los tiroteos masivos han disminuido drásticamente este año, otras muertes por armas no suicidas están en camino de exceder el año pasado, según los incidentes rastreados por el Archivo de violencia armada.
Ese aumento se produjo antes del comienzo del verano, cuando tradicionalmente hay un pico durante los meses más cálidos a medida que la gente se aventura más afuera, y antes del Día de la Independencia, que históricamente ha sido uno de los días más mortales cada año.
Los expertos en armas dicen que las estadísticas reflejan un público estadounidense cada vez más estresado por el coronavirus que ha sacudido la economía y los ha mantenido encerrados en casa, profundas divisiones sobre justicia y vigilancia, y las divisiones políticas de un año de elecciones presidenciales.
«Hay algo que está sucediendo en este momento, estas tensiones subyacentes», dijo James Densley, profesor de aplicación de la ley y justicia penal en la Universidad Estatal Metropolitana. «Todo el mundo ha estado encerrado durante tanto tiempo con la pandemia, y luego tuvimos este tipo de explosión de ira y pena después del asesinato de George Floyd”.
En los últimos días, más de 100 personas resultaron heridas por tiroteos en Chicago, incluido un niño de 3 años que murió mientras viajaba en el asiento trasero de un automóvil con su padre. La policía dijo que el padre del niño era la víctima prevista.
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En Carolina del Norte, tres personas murieron y seis resultaron heridas la madrugada del lunes cuando hombres armados desconocidos abrieron fuego durante una fiesta improvisada en Charlotte. Una fiesta de cumpleaños anual en Syracuse, Nueva York, durante el fin de semana se vio empañada por la violencia armada que hirió a nueve personas.
En Minneapolis, la gente huyó de una popular zona de vida nocturna y comercio minorista cuando un tirador mató a un hombre e hirió a otros 11 la madrugada del domingo.
Y por segunda vez en menos de 48 horas, hubo un tiroteo en la zona de protesta de Seattle. Una víctima de 17 años recibió un disparo el domingo por la noche en el área conocida como CHOP, por «Protesta ocupada de Capitol Hill», un día después de que un hombre de 19 años fuera asesinado a tiros y un hombre de 33 años resultara gravemente herido. Ahí.
Densley dijo que el ritmo de la violencia armada puede ser el presagio de un verano agitado.
«Hay personas que están frustradas, enojadas, con dificultades en la vida y que han estado en casa durante este tiempo procesando todo esto y, a menudo, procesando esto solo, tal vez con la ayuda de Internet», dijo. «Una vez que la puerta comienza a abierto, bien podría haber un aumento en la violencia”.
Los disparos dispersos del fin de semana se producen cuando la policía se enfrenta a una reacción violenta, acusada de usar fuerza excesiva contra los negros y otras minorías, y hace un llamado a «desfinanciar» sus departamentos cambiando el dinero de la policía a los servicios sociales y otras inversiones comunitarias.
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«Si inviertes en la curación y la justicia restaurativa y traes a la comunidad a la mesa para sanar y resolver sus propios problemas, verás cada vez más que no necesitas intervención policial», dijo Kofi Ademola, un mentor adulto para el anti anti-violencia Good Kids Mad City en Chicago.
Millones de dólares que ahora financian el departamento de policía de Chicago podrían ser programas más efectivos para impulsar la salud mental, la vivienda, el apoyo a las víctimas de la violencia armada y alentar la creación o el crecimiento de negocios en el vecindario, dijo.
«Ahora es el momento de responsabilizarlos e intensificarnos como personas para decir que podemos mantener unidas a nuestras comunidades sin más vigilancia», dijo Jai Simpson, de 20 años, miembro de Good Kids Mad City que creció en la ciudad. Lado sur.
El Superintendente de la Policía de Chicago, David Brown, quien se hizo cargo del departamento en abril, se siente alentado por las alianzas policiales con grupos comunitarios, servicios sociales y otras agencias gubernamentales.
«La policía no puede hacerlo sola», dijo Brown. “Necesitamos socios para ser efectivos y proteger esta ciudad. Solo estamos pidiendo un poco de ayuda ahora. Le das un poco de ayuda a este departamento y esta ciudad estará más segura de los delincuentes violentos”.
Este año ha habido un número histórico de verificaciones de antecedentes realizadas para la compra de armas de fuego. Los defensores de los derechos de las armas dicen que los números reflejan un público preocupado por la seguridad personal y que desean asegurarse de que puedan defenderse. Dicen que esas preocupaciones solo se están amplificando en medio de llamadas para destituir a la policía.
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Los defensores de las armas aprovecharon estos temores cuando muchos policías de Atlanta se negaron a presentarse a sus turnos después de que dos oficiales blancos fueron acusados penalmente por el disparo mortal de un sospechoso negro.
Antonia Okafor Cover, directora de divulgación para Gun Owners of America, tuiteó: “Si vives en Atlanta, este podría ser el momento de comprar esa arma que estabas pensando en obtener … El experimento social de tener que depender de ti mismo para ti mismo la seguridad podría estar llegando a buen término. #ATLcopwalkout”
Los defensores del control de armas dicen que más armas de fuego solo conducirán a más violencia.
“Hay muchas personas que experimentan estrés que nunca antes habían experimentado en sus vidas. Estos son tiempos muy difíciles”, dijo Kris Brown, presidente del grupo de control de armas Brady.
Quizás haya un lado positivo: este año está en camino de tener la mitad de tiroteos masivos que el récord de 2019. Una gran razón es el efecto de «contagio», dijo James Alan Fox, un criminólogo de la Northeastern University que, junto con The Associated Press y USA Today han estado rastreando asesinatos en masa desde 2006.
Con la gente enfocada más en un virus mortal y otros problemas, los tiroteos masivos ya no reciben la atención que puede terminar provocando esos crímenes sin darse cuenta. Un efecto similar sucedió después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, dijo.
“Nos hemos distraído. Ya no estamos obsesionados con los tiroteos masivos como lo estuvimos en los últimos años «, dijo Fox. «Cuanto menos nos obsesionamos y hablamos de ello y nos asustamos, menos alimentamos el contagio».
Redacción de MiamiNews24 con información de Local10