Algunas especies pequeñas de Australia podrían extinguirse tras incendio

432

Tanya Latty, entomóloga de la Universidad de Sídney, comenzó a estudiar una especie de gusano de terciopelo hace dieciocho meses.

“Es un animal sumamente adorable”, dijo en una entrevista telefónica desde su casa en Sídney. Los gusanos del filo de los onicóforos son primos de los artrópodos y tienen cierto parecido con las orugas. Tienen una “hermosa textura aterciopelada en color azul” y “unas lindas antenitas regordetas”, aseguró Latty. Notó que los gusanos duermen juntos formando una bolita y por eso ella y sus colegas han tratado de popularizar la frase “una bolita de gusanos de terciopelo” a modo de sustantivo colectivo

Resulta que esta especie también vive en uno de los parques nacionales del Territorio de la Capital Australiana, una zona bastante afectada por los recientes incendios forestales. Hasta ahora los incendios han destruido más de 103.600 kilómetros cuadrados, han amenazado especies enteras, han cobrado la vida de 26 personas y han costado miles de millones de dólares en daños. Latty no reveló la ubicación exacta de los gusanos, pues la gente tiende a recolectarlos para comercializarlos o tenerlos como mascotas. No obstante, le preocupaba que los troncos podridos en los que habitan no los hubieran protegido de las llamas.

Además, al igual que muchos insectos y especies de artrópodos endémicos, los gusanos de terciopelo son bastante locales. Los gusanos que Latty estudia en particular no solo no tienen presencia fuera de Australia, sino que tienen una capacidad de dispersión muy reducida. Si una fracción amplia de la población desaparece, la pérdida afecta de manera significativa la diversidad genética de la especie y se reduce su capacidad de responder a cambios futuros en el entorno.

Australia es megadiverso, lo que significa que pertenece a un grupo de países que en conjunto son hogar del 70 por ciento de la diversidad biológica del mundo, pero que conforman solo el diez por ciento de la superficie de la tierra. El país alberga 250.000 especies de insectos, de las cuales solo una tercera parte están identificadas. Al igual que los insectos en todo el mundo, la mayoría evita ser observada.

Los múltiples incendios que se están presentando con tanta frecuencia, podrían decretar el fin de las especies.

Fuente: Ney York Times