El presidente, Donald Trump, ha redoblado este domingo sus amenazas a Irán, defendiendo su afirmación de que tiene en el punto de mira 52 objetivos en ese país, “algunos a muy alto nivel e importantes para Irán y para la cultura iraní”. “SERÁN GOLPEADOS MUY RÁPIDO Y MUY FUERTE” en caso de un ataque contra intereses estadounidenses, añadió el sábado el presidente.
Ante la posibilidad de que destruir lugares culturales (por ejemplo, mezquitas o emplazamientos históricos) pudiera constituir un crimen de guerra bajo la ley internacional, Trump ha indicado este domingo: “A ellos se les permite matar a nuestra gente, se les permite torturar y mutilar a nuestra gente, se les permite usar bombas en carreteras y hacer estallar a nuestra gente. ¿Y a nosotros no se nos permite tocar sus sitios culturales? No funciona así”.
“Si ocurre, ocurre”, dijo sobre la posibilidad de un ataque iraní, “si hacen cualquier cosa, habrá una gran respuesta”.
En una conversación con periodistas durante el viaje de regreso en el avión presidencial de Florida (donde ha pasado las fiestas) a Washington, el presidente también se refirió a la petición oficial de Irak para que Estados Unidos retire sus tropas de ese país, en represalia por el bombardeo que el jueves causó la muerte del principal general iraní cerca del aeropuerto de Bagdad.
“No nos vamos a ir a menos que nos devuelvan el dinero”, indicó Trump, haciendo referencia a la “base aérea extraordinariamente costosa” que Estados Unidos ha construido en ese país, en la que se invirtieron “miles de millones de dólares”, precisó, “mucho antes” de su mandato.
Estados Unidos tiene varias bases militares en Irak, entre ellas las instalaciones aéreas de Al Asad y Balad, que fueron atacadas en diciembre con misiles (no hubo heridos) en un ataque del que se ha culpado al general iraní asesinado.
“Si nos piden que nos vayamos, si no lo hacemos de forma muy amistosa, les impondremos sanciones como nunca antes han visto”, indicó el presidente en referencia a Irak, “hará que la sanciones a Irán parezcan anodinas”. “Si se produce cualquier acto hostil, si hacen cualquier cosa que sea inapropiada, impondremos sanciones a Irak, enormes sanciones”, añadió.
Estados Unidos invadió Irak en marzo de 2003, iniciando un conflicto militar que provocó la muerte de cientos de miles de iraquíes, tanto a consecuencia de la guerra como de la insurgencia terrorista posterior o de la crisis de salud derivada. Además, millones de personas perdieron sus hogares y tuvieron que emigrar.
El Departamento de Defensa mantiene más de 5,000 soldados en ese país, combatiendo entre otros al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS).
El secretario de Estado, Mike Pompeo, ha indicado esta mañana que no se prevé una retirada militar de ese país, y ha advertido que el Ejército estadounidense podría golpear a otros líderes iraníes si se produce una respuesta al bombardeo del jueves.
Irán, por su parte, ha indicado de que tomará represalias, aunque éstas pueden ser muy diversas, desde ofensivas puntuales contra bases militares en países de Oriente Medio, hasta ciberataques informáticos.
Respecto a la amenaza de Trump de atacar 52 objetivos iraníes, Pompeo evitó entrar en detalles, pero defendió que cualquier ataque militar en ese país sería ilegal. “Actuaremos dentro del sistema”, añadió, “siempre lo hacemos y siempre lo haremos”.
La cifra de 52 fue elegida por Trump, según dijo, porque ése fue el número de rehenes estadounidenses secuestrados por Irán entre 1979 y 1981 en su embajada de Teherán. Expertos han indicado sin embargo que la Convención de La Haya, de 1954, prohíbe golpear emplazamientos de relevancia cultural.
Fuente:Telemundo