Es hora de admitir que James Harden es el mejor anotador que hemos visto en la NBA desde Michael Jordan.
En la noche del sábado, Harden convirtió 60 puntos contra los Atlanta Hawks en menos de tres periodos de juego. Se trató de otra actuación virtuosa por parte del jugador de baloncesto ofensivo más grande del mundo. Después de 19 partidos, Harden ostenta increíble promedio de 38.9 puntos por partido y salvo que llegue a sufrir una lesión, mantiene ritmo suficiente para alcanzar su tercer título consecutivo como mejor anotador de la NBA, algo que solo han logrado Jordan y Kevin Durant en la era de la cesta de 3 puntos.
Sin embargo, lo más sorprendente con respecto a Harden no son sus estadísticas, sino su estilo. Harden constituye toda una rareza en el baloncesto profesional, inventando nuevos fundamentos de forma regular. No hemos visto producción semejante en la anotación desde que un Jordan de 23 años ostentara promedio de 37.1 puntos por partido. Previamente, el único punto de comparación era la cúspide de la carrera de Wilt Chamberlain a principios de la década de 1960. Y Harden brilla de forma muy similar a Chamberlain: en esas marcaciones personales en jugadas de aislamiento, las mismas que se daban por muertas en estos tiempos.
El baloncesto heroico está de vuelta y se lo debemos todo a Harden, cuyas técnicas ofensivas replantean las creencias generalizadas dentro de la NBA moderna en tiempo real. Muy pocas personas creían que Harden era capaz de mejorar aún más y aumentar su productividad después de una incomprensible temporada 2018-19 en lo que a anotación se refiere. A continuación, veremos como Harden, incluso a pesar de su reunión con Russell Westbrook, está haciendo cosas que nadie más había logrado, de formas en las cuales nadie siquiera se había atrevido a intentar.
Fuente:ESPN