Cubanoamericana que alab a Fidel Castro se lanz al Congreso en Hialeah

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La bloguera de origen cubano Yadira Escobar está acostumbrada a generar controversia en Miami: ha hablado con admiración de Fidel Castro, ha tildado a opositores cubanos de ser “delincuentes” y “contrarrevolucionarios” y ha pedido a Estados Unidos que “quite sus manos de Venezuela”.

Pero Escobar ahora está dando un paso más allá al postularse como demócrata al Congreso por el distrito 25, en el corazón de las comunidades de exiliados cubanos y venezolanos en Miami.

“Me postulo para el Congreso con una plataforma muy única, y uno de los pilares de este mensaje a nuestra base es que necesitamos repensar nuestra política exterior”, dijo Escobar en un video reciente de la campaña. “Esencialmente, me voy a centrar en Cuba”.

Escobar, de 32 años, dice que ha dedicado su vida adulta a trabajar por la reconciliación entre exiliados y cubanos en la isla. Pero su candidatura —que la coloca en camino de una colisión con el republicano Mario Díaz-Balart, el titular del distrito 25 y uno de los críticos más acérrimos de los regímenes de Cuba y Venezuela— ha inflamado tanto a la derecha como a la izquierda.

Los republicanos de Miami la criticaron como “desvergonzada”, reaccionando con dureza el mes pasado cuando Escobar publicó en las redes sociales antiguas fotos suyas con símbolos de la revolución cubana. Y el Partido Demócrata de Florida, que ya está preocupado por ser tildado de socialista, no quiere tener nada que ver con ella.

“Somos un partido amplio pero eso no significa que vamos a tener personas que apoyen a Castro”, dijo Luisana Pérez-Fernández, una venezolana-estadounidense encargada de las comunicaciones en español para el Partido Demócrata de Florida.

Escobar, de 32 años, llegó a Estados Unidos en 1994 como hija de un preso político. Dentro de la comunidad cubanoamericana en Miami, es conocida como una figura mediática que ha colaborado con organizaciones pro-castristas como Alianza Martiana y ha aparecido en medios locales representando opiniones cercanas al gobierno cubano.

Escobar niega seguir la línea del gobierno de la isla y que sus opiniones son suyas.

“No es mi culpa que el gobierno cubano, coincidentemente, apoye el derecho a la autodeterminación”, dijo en una entrevista telefónica con el Nuevo Herald. “Abogo por el derecho soberano de cada nación a decidir su propio futuro político”.

Aún así, en su canal de YouTube, Escobar comparte con agrado recuerdos de un libro infantil soviético que leía cuando niña en Cuba. Y algunos de sus artículos han sido publicados por medios estatales de la isla como Cubadebate, un gesto inusual, sobre todo, tratándose de una autora de Miami.

Escobar también ha criticado con frecuencia a activistas, periodistas independientes y disidentes cubanos como José Daniel Ferrer—actualmente en prisión—, a quién llamó “delincuente”. En su programa de radio Moderna, atacó a las opositoras Rosa María Payá y Berta Soler y a la periodista Yoani Sánchez, al calificarlas como “mujeres que no tienen honra, que son unas desvergonzadas, unas vendepatrias que lo que hacen es contribuir a que, desde afuera, el enemigo tenga razones, excusas, para que continúe apretando la tuerca contra nuestra isla”.

En su canal de You Tube, ha prometido ir contra el establishment de políticos cubanoamericanos republicanos cuyas ideas están aún, a su juicio, enraizadas en la Guerra Fría.

Díaz-Balart, una de las voces más fuertes que abogan en Washington y en Miami por un cambio de régimen en Cuba, no respondió a una solicitud de comentario para esta historia.

Escobar insistió en que no es partidaria de Castro y que los medios a menudo ignoran sus críticas al gobierno cubano que “tiene muchas tácticas autoritarias”. También rechaza las acusaciones de que es comunista, describiéndose a sí misma como una socialdemócrata, una tendencia distinta del socialismo democrático promulgado por el senador Bernie Sanders.

Aunque dice que le han traído amenazas y hostigamiento, Escobar transmite con orgullo lo que en Miami son opiniones minoritarias sobre la Cuba comunista. Cuando Castro murió a fines de 2016, por ejemplo, Escobar llamó “incivilizados” a cientos de exiliados cubanos que salieron a las calles de Miami para celebrar y escribió en su blog que se estaban “burlando del luto de millones de cubanos en la isla”.

Unos días después de la muerte de Castro, en una entrevista con una emisora vinculada a Alianza Martiana, una conocida organización pro-castrista, Escobar defendió el legado del ex gobernante cubano y los cambios que llevó a cabo en la isla como “mayoritariamente positivos y necesarios para proteger la soberanía de Cuba”.

“Fidel Castro no cayó ante sus enemigos, la historia sí lo ha absuelto bastante”, aseguró parafraseando una frase usada por Castro. “La verdad es que quedará Fidel Castro en los libros de historia bajo una luz muy positiva”.

Escobar dijo que si estuviera en Cuba, hubiera firmado un documento que el gobierno hizo circular en la isla con el concepto de revolución que Castro ofreció en uno de sus discursos. La firma del documento fue obligatoria para trabajadores estatales y estudiantes.

Sobre estas declaraciones Escobar dijo a el Nuevo Herald que “es absurdo y contraproducente y es una negación completa de la realidad, cuando desde Miami tratamos de ignorar el hecho de que [Castro] dejó un legado”, que muchos cubanos incluso fuera de la isla recuerdan “con agrado” porque “para la mayoría [de los cubanos] Fidel representa un contrapeso a la noción capitalista de que el dinero está por encima de la vida humana”.

La revolución cubana todavía genera visiones encontradas y Castro sigue siendo una figura admirada para algunos de la izquierda. Pero la revolución socialista encabezada por Castro provocó un éxodo masivo hacia Miami de cubanos que huyeron de las políticas represivas contra las libertades económicas y personales en la isla.

Más de un millón de cubanoamericanos ahora viven en Florida, y más del 43 por ciento de las personas que viven en el distrito 25 del Congreso de la Florida, que incluye a la ciudad de Hialeah, son cubanoamericanos, según datos del censo.

La comunidad de exiliados en el distrito continuó creciendo en los últimos años con los venezolanos que huyeron de la crisis económica y las políticas socialistas del chavismo para refugiarse en el Doral.

Los esfuerzos del presidente Donald Trump para derrocar al régimen de Nicolás Maduro le han ganado elogios entre los exiliados venezolanos del sur de Florida. Pero Escobar, que participó en una protesta del grupo Hands-Off Venezuela (Manos fuera de Venezuela) en febrero—cuando Trump pronunció un discurso sobre la amenaza del socialismo en la Universidad Internacional de Florida—cree que la administración de Trump ha intentado orquestar un golpe de estado en ese país.

Fuente: El Nuevo Herald