Miami: Demócratas quieren traer de vuelta el plan de reunificación familiar para cubanos

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Dos representantes federales demócratas del sur de la Florida dicen que sus despachos han sido abrumados durante meses por electores cubanos que tratan de traer a familiares a Estados Unidos, pero esos esfuerzos han sido obstaculizados desde la suspensión de un programa de reunificación familiar.

Ahora las representantes Donna Shalala y Debbie Mucarsel-Powell están presentando un proyecto de ley que reanuda el Programa de Reunificación Familiar para Cubanos, que concluyó cuando Estados Unidos decidió reducir significativamente el personal de su embajada en La Habana en 2017 después que varios diplomáticos fueron afectados por unos misteriosos ataques sónicos.

El proyecto de ley, que se presentará en una conferencia de prensa en Miami este viernes, exige al Departamento de Estado que comience el procesamiento de las solicitudes de cubanos en un plazo de 30 días y complete las solicitudes ya presentadas en un plazo de 60 días después que el proyecto se convierta en ley. Debido a que la embajada de Estados Unidos en La Habana cuenta en este momento con muy poco personal, la oficina de Mucarsel-Powell dijo que las entrevistas para la visa se realizarán por videoconferencia.

“No tenemos manera de entrevistar a las personas, tienen que ir a Guyana”, dijo Shalala. “Tengo cinco empleados y todos están hasta el cuello de trabajo. Estamos particularmente preocupados por el atraso en el caso de personas que ya han pagado los honorarios, hicieron todo lo que tenían que hacer y no tenemos un mecanismo para que sus familiares puedan venir”.

Pero el representante republicano Mario Díaz-Balart dijo que aunque desea que continúe el programa, se opone al proyecto de ley porque no hace lo suficiente por asegurar la seguridad del personal del Departamento de Estado en Cuba y exige un un procesamiento demasiado acelerado de las visas.

“Me preocupa que esta iniciativa de ley no aborda los riesgos inherentes a un estado totalitario como el régimen cubano, y no hace nada por asegurar la seguridad del personal estadounidense”, dijo Díaz-Balart en un comunicado. “Aunque apoyo con fuerza la continuación del programa y la agilización del proceso de visas para los cubanos que lo merezcan, creo que debemos hacerlo de una manera factible y que proteja a nuestro personal”.

El proyecto de ley cuenta hasta ahora con apoyo solamente de demócratas y enfrenta dificultades si legisladores republicanos cubanoamericanos como Díaz-Balart se oponen. Los representantes floridanos Debbie Wasserman Schultz, Kathy Castor y Charlie Crist también lo apoyan oficialmente. Antes que el programa fuera suspendido, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) aceptó emitir al menos 20,000 visas anuales para ciudadanos cubanos.

Un portavoz del USCIS confirmó que el programa sigue “sometido a revisión” y declinó hacer declaraciones sobre el proyecto de ley.

La iniciativa de ley se presenta tres meses después que la administración del presidente Donald Trump puso fin a un programa similar que permitía a miles de haitianos elegibles para recibir la residencia permanente esperarla en Estados Unidos con sus familiares. Otro programa parecido, aunque menor, permitía a filipinos veteranos de la Segunda Guerra Mundial reunirse con sus seres queridos también terminó en agosto.

Una fuente del Congreso dijo que el proyecto de ley de Mucarsel-Powell y Shalala solamente se aplica al programa que beneficia a los cubanos porque hay un atraso de miles de solicitudes después que Washington redujo su personal en La Habana, y que se están estudiando otras opciones para el caso de los haitianos. Queda ahora en manos del Departamento de Estado determinar cómo realizará las entrevistas por video con personas que viven en Cuba, según el texto del proyecto de ley.

“Llevo meses escuchando de cientos y miles de electores que han pagado los honorarios al USCIS por el Programa de Reunificación Familiar de Cubanos, que tienen muchos familiares varados porque redujeron el personal de la embajada”, dijo Mucarsel-Powell. “Lo que este proyecto de ley hace es exigir que el proceso continúe. Es un proceso que ya estaba aprobado”.

Shalala dijo que dos de sus electores que vinieron legalmente desde Cuba hace tres años y dejaron con los abuelos a sus hijos en la isla, quienes son elegibles para beneficiarse del programa. Después que la embajada redujo el personal, uno de los abuelos murió y otro sufrió una embolia.

“Los niños tuvieron que ir a Guyana para que los entrevistaran, tuvimos que rogar a la gente en Guyana que entrevistara a los menores”, dijo Shalala. “El abuelo fallece, la abuela tiene una embolia, y los menores quedaron a cargo de los vecinos. Es una historia trágica”.

James Williams, presidente de Engage Cuba, una organización de cabildeo no partidista dedicada a la normalización de las relaciones entre Estados y Cuba, alabó el proyecto de ley.

“Tenemos que felicitar a estas legisladoras por hacer algo más que hablar duro”, dijo Williams. “Es un período oscuro para los cubanoamericanos y sus familiares en la isla. Será muy interesante ver qué pasa ahora con este proyecto de ley”.

Williams dijo que la presión para reanudar el programa también se ha convertido en algo político en el sur de la Florida, donde Donald Trump se juega la reelección en parte con los electores de origen cubano de más edad en Miami, quienes se oponen duramente al gobierno de La Habana. Agregó que la falta de movimiento por parte de la administración sobre el asunto de la reunificación familiar pudiera afectar a Trump.

“Al igual que negar el TPS a los venezolanos, la administración de Trump y sus defensores en el Congreso muestran sus posturas verdaderas dividiendo a las familias cubanas”, afirmó Williams,refiriéndose al Estatus de Protección Temporal. “Todos deben apoyar el procesamiento de las solicitudes del programa, y negar esto a las familias cubanas no es solamente una negligencia política, es algo cruel”.

Ricardo Herrero, director ejecutivo del Cuba Study Group, dijo que reanudar el programa alentará a más cubanos a usar los canales oficiales de inmigración.

“Eso también ayudará a reducir la tentación de muchos cubanos de arriesgar la vida en viajes por Centroamérica, o lanzarse al mar, para estar con seres queridos en Estados Unidos”, dijo Herrero.

Fuente: El Nuevo Herald.