Exigieron justicia en el caso de mujer asesinada por un policía en su propia casa

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Las autoridades de Fort Worth, en Texas, tienen una opinión común: quieren justicia para Atatiana Jefferson, de 28 años, quien murió dentro de su propia casa la madrugada del sábado por el disparo de un policía. Ese agente fue encarcelado la noche del lunes, horas después de que renunciara a su cargo, pero quedó en libertad a las 09:30 PM locales luego de pagar una fianza de $200,000, de acuerdo con información proporcionada por la cárcel del condado Tarrant a medios de Dallas.

«Atatiana fue una bella e inteligente mujer que fue injustamente separada de su familia», dijo la alcaldesa de Fort Worth, Betsy Price, al iniciar la conferencia de prensa este lunes. «No hay nada que pueda justificar lo que pasó (…) Y para el sobrino de Atatiana unas disculpas no son suficientes», agregó.

Lo que ocurrió el sábado no es nuevo. Según un registro del diario Dallas Morning News, desde el 1 de junio los oficiales de ese cuerpo han matado o herido a 7 personas, incluida Jefferson. Por eso este lunes, Price informó que la alcaldía hizo una petición para que sea designado un panel que revise la actuación de esta policía.

«Atatiana fue una víctima, fue arrebatada de su familia de una forma injusta», dijo la alcaldesa. «Todo el mundo espera justicia».

Decenas de flores y peluches apilados en el jardín de la casa en la que Atatiana Jefferson recibió el disparo de un policía de Fort Worth durante el fin de semana. Crédito: Jake Bleiberg/AP

En la rueda de prensa también estuvo el jefe del Departamento de Policía de Fort Worth, Ed Kraus, quien primero pidió disculpas a la familia y a la comunidad por lo ocurrido y aseguró que exige que se haga una investigación «transparente»: «No es momento para poner excusas sino para investigar y hacer justicia para Atatiana».

Luego, informó que el oficial que disparó contra Jefferson, llamado Aaron Dean, había renunciado este lunes por la mañana incluso antes de que fuera entrevistado sobre lo ocurrido. «Si él no hubiera renunciado lo hubiéramos despedido por violaciones a políticas sobre el uso progresivo de la fuerza y conducta no profesional», dijo. Además, aseguró que sus papeles de descarga del cuerpo dirán que salió de forma «deshonrosa» y que a pesar de su renuncia enfrenta cargos criminales que provendrán de la investigación del caso.

Hacia el lunes por la noche, el Departamento de Policía de Fort Worth informó que el hombre fue encarcelado por cargos de asesinato. Se le impuso una fianza de 200,000 dólares.

«Aaron Dean fue arrestado por la policía de Fort Worth el 14 de octubre. Dean fue acusado de asesinato de Atatiana Jefferson. Dean está en la cárcel del condado de Tarrant», dijo la policía de Fort Worth en Twitter.

El departamento dijo que el jefe interino Edwin Kraus celebraría una conferencia de prensa el lunes para discutir el arresto.

Lo que pasó

Según el comunicado de prensa que la policía difundió el sábado, ese día dos agentes de la Policía de Fort Worth llegaron a la vivienda a las 2:25 de la madrugada. Respondían a una llamada al 911 de un vecino del lugar, James Smith, quien reportaba que la puerta de una de las casas contiguas estaba abierta de par en par.

Los oficiales revisaron el perímetro de la casa y observaron a una persona de pie muy cerca de la ventana dentro de la residencia: «Al percibir una amenaza, el oficial sacó su arma de servicio y disparó un tiro que le dio a la persona (…) Los oficiales entraron a la vivienda y encontraron a la persona, un arma de fuego y comenzaron a darle cuidados médicos».

La mujer era Atatiana Jefferson, una mujer negra de 28 años que estaba en su propia casa jugando videojuegos con su sobrino de 8 años, que luego fue testigo de lo que ocurrió con su tía. Jefferson murió tras el disparo y fue declarada muerta en el lugar, agregan.

Tanto Price como Kraus dijeron este lunes que el arma que fue hallada en el lugar es irrelevante, pues en Texas está permitido el porte y uso de pistolas para la defensa personal, entre otras razones, si alguien se ve amenazado dentro de su hogar.

El oficial que disparó, dijo la Policía en su nota de prensa del sábado, había estado en el cuerpo desde abril de 2018.

El video corporal que fue dado a conocer por el Departamento ese mismo día, muestra al agente mientras caminaba por el jardín con una linterna esa madrugada y una vez frente a la ventana, gritó: «Manos arriba, muéstreme las manos». Luego, casi inmediatamente disparó.

El departamento dijo que el jefe interino Edwin Kraus celebraría una conferencia de prensa el lunes para discutir el arresto. Dean estaba retenido con una fianza de $ 200,000. domingo, la Policía admitió que el agente nunca se identificó como tal antes de detonar su pistola. Todo ocurrió en menos de 10 segundos. Su actuación ha puesto nuevamente en entredicho a este cuerpo y ha generado protestas en la ciudad con pedidos de justicia. En la rueda de prensa de este lunes, algunos periodistas le preguntaban justamente al jefe de policía cómo recuperará la confianza perdida de la comunidad en el organismo después de este suceso.

«La vida importa»

Este lunes, más temprano, la familia de Jefferson dio una rueda de prensa en la que llamó a que se realice una investigación independiente sobre lo ocurrido, al pedir que la Policía de Fort Worth se recuse en este caso.

Lee Merritt, abogado de los Jefferson, exigió que el gobierno federal se involucre en las indagaciones sobre la muerte de Atatiana al recordar que el Departamento de Policía de Fort Worth ha estado envuelto en varios tiroteos recientes.

El defensor de los Jefferson reclamó la velocidad con la que Aaron Dean detonó su pistola: «No se escucha al oficial decir: «Tengo una pistola, pistola, pistola», aseguró Merritt en una entrevista con la oficina local de NBC. «No tuvo tiempo para sentir una amenaza. Eso es asesinato».

En relación con el sobrino de Jefferson, el abogado dijo que esta semana comenzará a recibir consejería. La madre del niño y hermana mayor de Jefferson, Amber Carr, contó en la rueda de prensa que él es quien le ha dado fuerza a ella desde el tiroteo. «En medio de la noche, cuando estoy llorando, él me levanta y me dice que tome aire por la nariz y lo bote por la boca. Me sostiene, me abraza», contó Amber Carr al lamentar que sea él quien le esté dando fuerzas a ella.

La muerte de la joven no solo pone en tela de juicio la actuación del Departamento de Policía de Fort Worth sino que también reaviva el debate nacional sobre la actuación de los oficiales en Estados Unidos, sobre todo cuando en la situación está implicada una persona de color.

Hace casi dos semanas, fue condenada a 10 años de prisión la agente de la Policía de la vecina ciudad de Dallas Amber Guyger. Ella entró en el apartamento equivocado —asegura que pensando que era el suyo— y disparó contra Botham Jean cuando se encontraba sentado en la sala de su propia casa, comiendo helado y viendo televisión. Ella también alegó que había detonado su arma en defensa propia, temiendo que se tratara de un robo y que pudiera ser agredida. Eso a pesar de que Jean cooperó con su pedido de levantar las manos.

Fuente: Univisión