Habitantes cercanos al río Miami luchan para que sus casas no sean derribadas

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Carlos J. Rodríguez ha vivido durante 30 años en una modesta casa móvil en la orilla sur del río Miami, al lado del puente de la avenida 27. Compró la unidad con dinero que había ahorrado de su trabajo como empleado del tribunal en 1989 y colocó la estructura en un lote que alquila en el Paradise Mobile Home Park.

Rodríguez puede pagar el alquiler de $600 con su modesto ingreso de jubilación de $1,500 al mes. Su casa, que tiene adiciones no permitidas que incluyen un armario y un techo que funciona como garaje, se encuentra en un lote de la esquina cerca de otros 34 remolques que abarcan desde viviendas decentes a hogares abandonados. Algunas casas se ven más resistentes que otras. El área, dicen los residentes, atrae el tráfico de drogas y la prostitución de personas que no viven en el lugar, un problema que requiere más vigilancia.

Ahora, Rodríguez teme que lo expulsen de su vecindario después de que la ciudad determinó a principios de año que las 35 casas móviles restantes cometieron violaciones graves de código, citando alteraciones ilegales y condiciones inseguras. Los funcionarios de la ciudad recomendaron la demolición de 34 de las viviendas por problemas que no pueden ser corregidos, dijo un abogado de los residentes, dejando a muchos sin saber a dónde podrán ir si se cumple la orden.

Más de 100 residentes serían desplazados.

Los residentes se preguntan cuáles son estos problemas: las notificaciones que recibieron no incluyen detalles. Los administradores le han dicho a un abogado que representa a los propietarios que las casas móviles han llegado a un punto que no se pueden reparar pero sin dar detalles específicos sobre lo qué hay que hacer.

“Para mí, un alquiler más caro será muy difícil”, dijo Rodríguez después de una reunión de propietarios el 23 de septiembre.

El parque Paradise Mobile Home ha sido objeto de especial atención en el pasado, con graves consecuencias. En 2013, cuando había 100 casas móviles en el parque, una coalición de autoridades municipales y estatales revisaron el parque en busca de violaciones del código y drogas, mientras sacaban a las personas de lo que los funcionarios describieron como condiciones “inhabitables” en ese momento. El área tiene un historial de actividad de drogas y prostitución.

Quedan 35 casas y varios residentes dicen que quieren que se les deje vivir en casas que pueden pagar. Nejla Calvo, abogada de Legal Services of Greater Miami (Servicios Legales del Gran Miami) que se especializa en representar parques de casas móviles, organizó la reunión de propietarios para alentar a los residentes a llevar sus inquietudes al Ayuntamiento. Los dueños de todas las propiedades citadas deben presentarse ante el panel de estructuras inseguras de la ciudad el 4 de octubre, ya que se ha recomendado que 34 de las 35 viviendas sean demolidas, según Calvo.

Entonces, un grupo de vecinos fue a la reunión de la comisión de Miami el pasado jueves para protestar por las citas ante los funcionarios durante una audiencia de presupuesto. El comisionado Wifredo “Willy” Gort dijo que está trabajando para establecer reuniones entre los propietarios y los administradores de la ciudad para llegar a una resolución.

En la reunión, Gort dijo que quiere resolverlo, aunque las actividades criminales han plagado el área durante mucho tiempo.

“Hemos estado trabajando en esto durante años”, dijo. “Hemos tenido muchos problemas en el parque de casas rodantes”.

Rodríguez reconoció los problemas con las drogas y la prostitución, pero dijo que los alborotadores vienen de fuera del área.

“Tienes razón. Hay mucha delincuencia en esa área”, dijo Rodríguez a Gort. “Pero esas no son personas que viven allí. Son personas que vienen de afuera y entran en esa área”.

Calvo sugirió que la ciudad podría aprovechar las subvenciones federales para el desarrollo de la comunidad para ayudar a los residentes a mejorar sus códigos, una sugerencia que el alcalde Francis Suárez dijo que valía la pena explorar.

“Ella tuvo una buena idea”, dijo Suárez.

Calvo felicitó a sus clientes por expresar sus preocupaciones a los funcionarios electos de la ciudad y por comprometerse a realizar más reuniones.

“Esto se debe a que estas personas vinieron a hablar hoy en esta audiencia”, dijo.

La situación en Paradise Mobile Home Park expone un dilema para los funcionarios de la ciudad que enfrentan una crisis de asequibilidad de la vivienda: ¿Debería la ciudad trabajar para mantener algunas de las viviendas más baratas, incluido invertir en las casas móviles para que cumplan con los códigos de la ciudad, y de esa manera preservar la asequibilidad de estas casas?

El comisionado Ken Russell dijo que estaba contento de escuchar a los residentes que le comunicaron los problemas que están surgiendo en Miami. Sugirió que la ciudad adopte una visión más amplia para mantener un equilibrio entre la estricta aplicación del código con el deseo de las personas de vivir en viviendas baratas.

“Me gustaría que trabajemos en esto de manera integral, porque no queremos que la gente tenga miedo de reportar condiciones de barrios marginales —no quiero decir que haya condiciones de barrios marginales en ese lugar— pero a veces eso es lo que lleva a que se emitan avisos de reparación o demolición, que lleva al desalojo”, dijo.

Fuente El Nuevo Herald