Cowboys apalearon de visita a Dolphins

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Aunque la primera mitad del juego no fue muy sencilla, los Cowboys encontraron la manera de darle la vuelta a las cosas en el tercer cuarto y terminaron ganando sin muchos problemas a unos Dolphins que se vieron un poco mejor con Josh Rosen en los controles.

Muchos coaches dirán una y otra vez que el football es el resultado de todos los pequeños detalles que se hacen o dejan de hacer en un encuentro. Este partido es el perfecto ejemplo de cómo esas pequeñas cosas fueron acabando con las aspiraciones de Miami, según ESPN.

En su primera serie ofensiva los Dolphins se colocaron en posición de conectar un gol de campo, pero el balón se fue de lado.

Luego Dallas se metió hasta zona roja y la defensiva dejó ir una intercepción que hubiera dejado a los Cowboys en cero. En lugar de eso, Brett Maher conectó un gol de campo que puso el 3-0 inicial.

Luego vino la intercepción a Dak Prescott que no trajo puntos, el pase de Rosen que no se atrapó en la zona de anotación (y que por alguna razón decidieron no retar) y el más grande de todos los errores: el balón suelto de Kenyan Drake en una serie que podría haber cambiado las cosas para los Dolphins.

De hecho en la primera mitad los Dolphins entraron a zona roja de Dallas tres veces, y de esos viajes los resultados fueron poco favorables: dos goles de campo y un fumble. Cuando se cometen tantos errores no se puede ganar un partido, y eso es precisamente lo que le pasó a Miami.

Los Cowboys, por su parte, hicieron lo mismo que hicieron ante los Redskins: fueron pacientes, no se dejaron llevar por la presión que ponían sus rivales y fueron dominando la línea de golpeo poco a poco.

La segunda mitad vio como la ofensiva anotó 21 puntos sin respuesta, todo gracias a esa paciencia que volvieron a demostrar.