En la playa Redington, Florida, se encontraban unas ballenas pilotos que quedaron varadas, estás estuvieron siete horas bajo unas carpas instaladas en el mar para protegerlas de los rayos del sol y rodeadas de personas que trataban de calmarlas y de ayudarlas a quedar libres con la subida de la marea.
En este propósito, los animales lograron alejarse de la orilla con ayuda de decenas de turistas que acudieron a salvarlas.
Las otras dos ballenas, las más pequeñas, serán llevadas a unas instalaciones del Acuario Marino de Clearwater, en Tarpon Springs, para determinar si precisan algún cuidado.
Personal de la oficina del alguacil, de un acuario cercano, de la Comisión de la Pesca y la Vida Salvaje de Florida (FWC) y de la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA), así como numerosos voluntarios, participaron en la operación para salvar a las ballenas piloto.
El aviso de su presencia en la playa de Redington lo dio una persona que a primera hora de la mañana bajó a dar un paseo.
Las ballenas estuvieron unas siete horas bajo unas carpas instaladas en el mar para protegerlas de los rayos del sol y rodeadas de personas que trataban de calmarlas y de ayudarlas a quedar libres con la subida de la marea.
«Nuestro objetivo es lograr que estén lejos de la costa lo antes posible», dijo el director ejecutivo del Acuario Marino de la ciudad de Clearwater, David Yates, desde el lugar a medios locales.
Los científicos desconocen las causas por las que grupos de ballenas a veces se dirigen hacia la costa como si estuvieran desorientadas y quedan encalladas en la arena, algo que en esta zona del oeste de Florida, ribereña del Golfo de México, sucede unas dos o tres veces al año, dijo Yates.
«Algo está mal obviamente. Puede ser que una ballena estuviera enferma y varase y las otras la siguieran, o también podrían estar enfermas todas», dijo Carlee Wendell, portavoz del acuario.
Fuente: Ciber cuba.