El economista Dmitri Abzalov critica a La Cámara de Representantes de EEUU quienes aprobaron una enmienda al proyecto de presupuesto militar para el año fiscal 2020. El documento prevé la posibilidad de introducir sanciones contra la deuda soberana de Rusia.
“su meta es golpear el rublo y la economía del país en general” opina el experto quien además considera que el Ministerio de Finanzas de Rusia tendrá que corregir su programa de préstamos y proyecto de presupuesto, y deberá buscar rápidamente nuevos canales de financiación. Además, “con esta jugada el ‘establishment’ estadounidense busca frustrar el reinicio de las relaciones entre Washington y Moscú que parece haber arrancado en la cumbre del G20”.
Según Abzalov, cuando se registra una depreciación de la moneda nacional, el banco central como regla empieza a manipular la tasa de interés. Previamente el principal regulador financiero de Rusia había empezado el proceso de disminución de la tasa de interés que influye en el valor de créditos.
«La decisión de [la Cámara de Representantes de] EEUU puede conducir a que la reducción de la tasa de interés programada este año se pondrá en duda. También, Rusia tendrá que modernizar su programa de préstamos externos. Como resultado los inversores no residentes experimentarán problemas a la hora de adquirir bonos rusos«, concluyó Abzalov.
Los autores del proyecto aprobado por la Cámara de Representantes de EEUU fueron los demócratas Brad Sherman y Maxine Waters.
Sherman explicó que la nueva enmienda supone la introducción de «serias sanciones a la deuda soberana de Rusia y prevé que ni un solo ciudadano de EEUU podrá concluir los acuerdos respectivos». Según el político estadounidense, el Congreso necesita un serio mecanismo para castigar a Rusia por lo que «hizo con las elecciones anteriores» en EEUU y «no permitirle que interfiere en las futuras».
Este proyecto fue aprobado a pesar de que Moscú ha rechazado en repetidas ocasiones las acusaciones de Washington acerca de su intervención en el proceso electoral en EEUU.
Cabe recordar que la coautora del proyecto, Maxine Waters, saltó a la fama no solo en Rusia, sino en muchos países tras su conversación con los bromistas telefónicos Vladímir Kuznetsov y Alexéi Stoliarov —más conocidos en las redes como Vován y Lexus—. A la hora de contactar con la política ellos se hicieron pasar por el primer ministro ucraniano, Volodimir Groisman y contaron a Waters acerca de la supuesta injerencia del Kremlin en los asuntos internos de Limpopo —un país imaginario.
Fuente: Sputnik.