Las autoridades han acusado de homicidio en primer grado a dos mujeres, Clarisa Figueroa, de 46 años, y a su hija de 24, Desiree Figueroa. Según la investigación, ellas atrajeron a Marlén Ochoa a su casa con engaños a través de las redes sociales. Le hicieron creer que iban a darle ropa y enseres de recién nacido, pero cuando entró en la casa la estrangularon con un cable y después le abrieron el vientre con un cuchillo.
Piotr Bobak, novio de Clarisa Figueroa, está también acusado de ocultar el homicidio. Los tres acusados deberán presentarse ante la corte nuevamente el próximo 26 de junio.
Tras el homicidio, Clarisa Figueroa fue al hospital ya que el recién nacido sufrió daño cerebral. Sin embargo, al realizar una prueba de ADN se descubrió que ella no era la madre.
La familia de la joven asesinada aún guardaba la esperanza de que el bebé pudiera sobrevivir, sobre todo después de que a finales de mayo aparentemente abriera los ojos. Sin embargo, los médicos siempre indicaron que su situación era crítica.