La estrella británica del pop, Adele, se separó de su esposo Simon Konecki el año pasado, y ahora están disputando la custodia de su hijo de 6 años, y la millonaria fortuna de la cantante.
“Adele y su pareja se han separado. Ambos están comprometidos a criar juntos con amor a su hijo Angelo”, reza un comunicado divulgado por los agentes de Adele, en cuanto a la custodia de su hijo.
Ambos se casaron en una ceremonia secreta en 2016, tras cinco años de relación, y luego la cantante lo confirmó en un discurso pronunciado durante la entrega de los premios Grammys de 2017.
Con el divorcio pendiente, Adele vendió su casa de 3 millones de libras en el Reino Unido, y transfirió a su ex esposo una propiedad en Los Ángeles, en enero, según el medio.
De igual manera, el diario asegura que la cantante disfrutó de una “fiesta de divorcio” con su amiga, la actriz Jennifer Lawrence, en un bar gay de New York.