La Casa Blanca afirmó este domingo que el presidente Donald Trump no entregará «nunca» sus declaraciones de impuestos a sus opositores demócratas, a pesar de la petición que presentaron en el Congreso de Estados Unidos.
Trump es el primer presidente estadounidense desde Richard Nixon (1969-1974) que se niega a divulgar su situación fiscal.
Los demócratas aprovecharon su mayoría en la Cámara de Representantes para reclamarle el miércoles al fisco estadounidense las seis últimas declaraciones de impuestos del mandatario estadounidense.
¿Obtendrán los demócratas esos documentos? «Nunca. Y no tienen por qué acceder a ellos», respondió el jefe de gabinete interino de Trump, Mick Mulvaney, en el canal de Fox.
«Es un tema que ya se debatió durante la elección» presidencial de 2016, dijo Mulvaney.
«Los electores sabían que el presidente habría podido presentar sus declaraciones de impuestos, sabían que no lo había hecho y lo eligieron igualmente y, por supuesto, eso es lo que vuelve locos (a los demócratas)», afirmó el jefe de gabinete.
Para justificar su petición, los demócratas de la Cámara afirman que quieren comprobar cómo lleva a cabo la inspección de las declaraciones del presidente el fisco estadounidense (IRS).
Trump se mostró reticente este miércoles a entregar esos documentos, puesto que ya fue objeto de un control fiscal.
El abogado personal del presidente Jay Sekulow repitió ese argumento el domingo en una entrevista para el canal ABC y afirmó que la justificación de los demócratas no tenía «ningún sentido».
«Podrían pedir al IRS qué trabajo hacen (sus inspectores), cuáles son los procedimientos de control fiscal. La idea de que se pueda utilizar el IRS como arma política es incorrecta desde el punto de vista del derecho y la Constitución», afirmó.
Un congresista demócrata de la Cámara, Ben Ray Lujan, replicó que la petición de su partido no era «en absoluto» política.
Los demócratas multiplican desde enero las investigaciones parlamentarias contra el presidente republicano, pero sus líderes descartan por el momento lanzar un proceso de destitución o «impeachment» contra Trump.
Fuente: El Comercio