Adiós de Realmuto dejaría en los Marlins un hueco similar al del cubano José Fernández

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(MiamiNews24).-Cuando su supo de la tragedia de José Fernández en el 2016, varios scouts comentaron que la ausencia del lanzador haría retroceder varios años los planes de los Marlins, porque el peso específico del cubano era enorme en esa visión de futuro.

Algo parecido pudiera comentarse de la potencial partida de JT Realmuto, cuyo agente aseguró hace un par de días que el receptor vestiría un nuevo uniforme en la primavera, sin darle el chance siquiera a la organización de mostrarle ideas sobre una extensión de contrato.

Por supuesto, los peces pueden hacer caso omiso a las palabras del agente Jeff Barry y continuar dos temporadas de arbitraje salarial más con Realmuto, pero a estas alturas no parece lo más aconsejable retener a un pelotero que no quiere estar.

Si Realmuto no desea permanecer en el programa de reconstrucción está en todo su derecho de forzar un canje y Miami no tendría otra alternativa que satisfacer su pedido, pero esto no oculta una realidad dura y pura: cualquier plan de Derek Jeter de competir en serio se vería demorado tremendamente.

El famoso Proyecto Wolverine tendría que ser repensado de otra manera. La salida de Realmuto traería como mínimo cuatro buenos pospectos, pero un cambio de esta magnitud no sería garantía de nada, como ya lo han demostrado los de Giancarlo Stanton, Dee Gordon, Marcell Ozuna y Christian Yelich.

Perder al Jugador Más Valioso del 2017, al potencial ganador del premio al Más Valioso del 2018 y al mejor receptor de las Grandes Ligas en el momento son batacazos demasiados fuertes para aspirar a una recuperación a corto o mediano plazo.

Ni aunque vengan Gary Sánchez y tres prospectos más de Nueva York, ni aunque se reciban cuatro promesas de la portentosa granja de Atlanta. De momento nada paliaría el adiós de un Realmuto que no iba a llegar a la agencia libre hasta el 2020.

Realmuto no solo implantó marcas personales en cuadrangulares (21) y OPS (.825), sino que lideró a todos los enmascarados de las Mayores en esa controversial estadística del WAR (4.3).

El más veloz de los todos los catchers en Grandes Ligas, Realmuto implantó una marca personal de 38.2 cogidos robando gracias a ser el hombre detrás del plato que más rápido hacía llegar la pelota a segunda base (1.9 segundos). Sus talentos resaltan todavía más en un momento donde muchos equipos buscan alguien de su estatura en su posición.

fuente: El Nuevo Herald.