(Miaminews24)-. Moisés Fuentes va a subir al ring con una bandera de Nicaragua. ¿Lo hará Román González con una del Frente Sandinista? Esta es una de las tantas preguntas que se hacen los conocedores del boxeo antes del choque de ambos el 15 de septiembre en Las Vegas.
Siempre se dice que la política y el deporte no deben ir de la mano. Uno nunca debe renunciar a sus principios sean los que sean, pero tampoco exhibirlos como si fueran amuletos de la buena suerte o una coraza contra los malos ojos.
Y Chocolatito González los ha mostrado abiertamente, sin negar su estrecha relación con el hombre fuerte de su tierra, Daniel Ortega, cuando los tiempos parecían marchar bien, ajenos a la erupción de rabia y cólera que hoy azota la nación centroamericana.
Más de 300 personas han perecido en las protestas contra el gobierno, muchos de ellos jóvenes como el propio González que ha permanecido impasible ante la ebullición en las calles y el reclamo popular. Concentrado como dice que está en retornar a los planos estelares y volver a ser campeón mundial.
Los tiempos, sin duda, han cambiado para Ortega y para González. Al primero no se le da respiro en la ira de los nicas, el segundo perdió su aura de invencibilidad, sus títulos y ya no está en la privilegiada discusión entre los mejores libra por libra.
Después de sus dos fracasos –el segundo muy sonado- ante el tailandés Rungvisai, muchos se preguntan cómo retornará González y si podrá insertarse nuevamente en la elite de su división. Épocas atrás, sería impensable un solo pensamiento de éxito para Fuentes. Así de inmenso era el talento del Chocolatito.
Pero el mexicano sabe el terreno que pisa y las arenas movedizas que rodean a su oponente. Afirma haber recibido cientos de mensajes de aficionados nicaragüenses pidiéndole que le rompa la cara a González, a quienes consideran un traidor al plegarse a un tirano.
Fuentes, zorro astuto, afirma que no los dejará abandonados, que les dará consuelo y esperanza a esos fanáticos que le apoyan desde lejos, y se llena la boca para gritar que “este mexicano está con todo el pueblo de Nicaragua’’. Buena estocada mediática.
Lo predecible es que Fuentes debe perder. A pesar de los pesares, González –si no quedó muy afectado de su último nocaut- es superior al azteca en cualquier elemento del boxeo, salvo en dos aspectos que nada tienen que ver con el ring: el apoyo del público en la T-Mobile Arena y el apoyo de una porción nada despreciable de nicas hacia Fuentes en cualquier parte del mundo.
González tiene el derecho de respaldar cualquier movimiento político o partido que le venga en gana, pero no a llevar esas inclinaciones a un cuadrilátero y mostrarlas a la vista. En eso sí ha perdido el que fuera un gran campeón.
Fuente: ElNUEVOH.