(Miaminews24).- A.P. Moller-Maersk, dueño de Maersk Line, el principal operador mundial de transporte marítimo, tiene previsto cumplir con las reglas estadounidense sobre Irán, después de que EEUU anunciase su abandono del pacto nuclear con el país persa y la vuelta de las sanciones a empresas que colaboren con el país persa.
«Maersk Line cumplirá con esta regulación de EEUU», indicó a Europa Press una portavoz de la compañía danesa, señalando que aún falta por definir el calendario.
La semana pasada, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció la decisión de retirarse del pacto nuclear con Irán y de la reimposición de sanciones a aquellas compañías que, después de un periodo para la salida de este mercado, mantuvieran relaciones comerciales con el país persa.
«Vigilaremos el desarrollo de los acontecimientos durante el periodo de retirada y mantendremos a nuestros clientes informados de cualquier cambio», añadió la portavoz de Maersk.
En este sentido, la representante de la multinacional precisó que la prsencia de la compañía en Irán «es limitada», ya que Maersk Line presta servici a sus clientes en el mercado iraní a través de un servicio de conexión mediante buques de terceros, mientras que las oficinas de Maersk Line en las ciudades iraníes de Teherán, Bandar Abbas y Bushehr, cuentan con un total de 12 trabajadores.
El anuncio de Maersk llega un día después de que la petrolera francesa Total informara de que se retirará del proyecto del campo gasista iraní South Pars 11 (SP11), que desarrollaba junto a la china Petrochina, después de que EEUU abandonase el pacto nuclear con Irán y retomado las sanciones a las empresas que colaboren con el país persa.
«Total no podrá continuar con el proyecto SP11 y tendrá que abandonar todas las operaciones antes del 4 de noviembre de 2018 a no ser que le sea concedida una exención por parte de EEUU con el apoyo de las autoridades francesas y de la UE», anunció la petrolera.
LOS EXTRAORDINARIOS DISPARAN EL BENEFICIO.
Por otro lado, A.P. Moller-Maersk obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.745 millones en el primer trimestre del año, cifra que multiplica por once el resultado de 245 millones correspondiente al mismo periodo de 2017, tras contabilizar diversos elementos extraordinarios, incluyendo la venta de su negocio petrolero, Maersk Oil, informó el conglomerado danés, que ha alertado de la creciente incertidumbre relacionada con tensiones geopolíticas y comerciales.
El resultado subyacente de la compañía danesa tras elementos financieros y fiscales arrojó pérdidas de 239 millones de dólares (202 millones de euros), lo que supone aumentar en un 72% los ‘números rojos’ de 139 millones de dólares (117 millones de euros) del primer trimestre de 2017.
«En cuanto al desempeño en el corto plazo, nuestro resultado, particularmente en la parte del negocio relacionada con el océano, fue insatisfactorio. En respuesta a las difíciles condiciones actuales del mercado, estamos implementando una serie de medidas a corto plazo para mejorar la rentabilidad y reiteramos nuestras diredttrices para 2018», indicó Soren Skou, consejero delegado de Maersk.
La cifra de negocio de Maersk entre enero y marzo alcanzó los 9.253 millones de dólares (7.830 millones de euros), mejorando así en un 30,3% su facturación en el mismo intervalo del año pasado, mientras su Ebitda sumó 669 millones de dólares (566 millones de euros), un 5% más.
De cara al conjunto del ejercicio 2018, la compañía danesa mantiene sus expectativas de alcanzar un beneficio neto subyacente superior al de 2017, cuando ganó 356 millones de dólares (301 millones de euros) y un Ebitda de entre 4.000 y 5.000 millones de dólares (3.387 y 4.233 millones de euros).
No obstante, la multinacional ha destacado las crecientes incertidumbres relacionadas con riesgos geopolíticos, tensiones comerciales y otros factores que afectan las tarifas aplicadas al transporte de contenedores y al tipo de cambio.
Con información de VAN.
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