(Miaminews24).- Los Philadelphia Eagles, actuales campeones de la NFL tras su victoria por 41 a 33 ante los New England Patriots en la Super Bowl LII, han sido invitados a la tradicional recepción en la Casa Blanca el próximo 5 de junio. El equipo está trabajando ya en la logística para poder llevar a cabo la visita que, como pasa desde que Donald Trump es el Presidente de los Estados Unidos de América, no está exenta de polémica.
La fecha no está puesta por casualidad. El 5 de junio coincide en mitad de las actividades organizadas del equipo en el citado mes y, por lo tanto, es cuando más fácil es tener a todos los jugadores «controlados», es decir, localizados y en el país, algo que no se puede asegurar cuando no hay entrenamientos.
Aún así, ya hay tres jugadores que han asegurado que no acudirán a la recepción por motivos políticos. Se trata de Malcolm Jenkins, Chris Long y Torrey Smith, todos ellos muy activos en la defensa de sus ideas, de la igualdad racial y muy críticos con la labor de Trump como presidente. Las bajas serán más numerosas.
El año pasado, por ejemplo, los New England Patriots acudieron a la cita de la Casa Blanca con sólo 34 jugadores por los 50 que suelen estar presentes en este tipo de de recepciones de honor. Entre los ausentes relucía con luz propia Tom Brady, amigo personal de Donald Trump y que alegó motivos familiares para no ir a la residencia oficial del Presidente.
Nada tuvieron que alegar los Golden State Warriors. Los actuales campeones de la NBA se mostraron tan dispuestos a no acudir a la Casa Blanca, sobre todo por boca de Steph Curry, que fue el propio Presidente el que retiró la invitación. Fue el caso más extremo de los problemas que ha tenido Donald Trump con los equipos deportivos campeones y esta tradición.
Los Houston Astros, campeones de la MLB, sí que acudieron, pero con la ausencia de grandes estrellas como Carlos Correa y Carlos Beltrán, este último dejando claro que no iba por su disgusto con la política de la administración Trump en la crisis de Puerto Rico.
En la NHL, los Pittsburgh Penguins sí que acudieron sin querer entrar en política, tal y como dijo su entrenador, Mike Sullivan: «Nosotros no escogemos bandos ni tomamos partido. Sólo se homenajea nuestro campeonato y a este grupo de entrenadores».
En el mundo universitario de la NCAA, el campeón de fútbol americano de la temporada 2016, los Clemson Tigers, cumplieron con el protocolo en junio pasado sin mayor protesta mientras que el campeón de este 2017, Alabama, también ha confirmado su presencia. En el baloncesto, North Carolina no fue a la cita con el Presidente pero, según informaron desde la universidad, por la imposibilidad de cuadrar fechas, no por una protesta política; está por ver qué hacen este año los Villanova Wildcats, actuales campeones, si es que se les llega a invitar.
Con información de AS.
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