Muere Felipe Valls, el empresario cubanoamericano, según confirmaron personas allegadas; Valls fundó el restaurante Versailles, para muchos el lugar más cubano fuera de Cuba y que, poco a poco se convirtió en un de los símbolos de la lucha por la libertad de la isla.
Versailles es una institución en Miami. Sus salones de estilo rococó han acogido a presidentes y políticos en busca de votos, y sus rincones han sido testigos de protestas, debates encendidos o celebraciones.
Muere Felipe Valls a los 89 años
El local, abierto en 1971 por el exiliado cubano Felipe Valls, fue primero un lugar de encuentro para la diáspora de la isla. Una suerte de centro cultural para personas que añoraban su país y querían juntarse a comer arroz con pollo o ropa vieja y tomarse sus cafecitos.
Valls tenía 25 años cuando llegó a Miami en 1960 desde Santiago de Cuba, después de que el gobierno de Fidel Castro confiscara varios negocios de su familia.
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Tras un primer trabajo en una empresa de equipos de restauración, comenzó a importar cafeteras de Italia y España. En 1968 compró su primer restaurante, que vendió luego para adquirir la esquina de la calle Ocho donde está Versailles.
El nombre del local es fruto de una coincidencia. Valls no sabía cómo decorarlo cuando se encontró con un amigo artista que tallaba espejos inspirados en los del palacio francés.
Esos espejos llenaron el restaurante junto con candelabros, y el autoproclamado restaurante cubano más famoso del mundo adoptó su extraño nombre y su estética kitsch.
En su más de medio siglo de vida, Versailles se ha convertido en un símbolo del exilio cubano y de la oposición al régimen comunista que gobierna la isla desde 1959.
Por sus salones han pasado presidentes estadounidenses como el demócrata Bill Clinton y los republicanos George W. Bush y Donald Trump. También congresistas y políticos locales, muy conscientes del peso de la comunidad cubana en el sur de Florida.
El restaurante más cubano de todos
«Se convirtió en un lugar para tomar el pulso del voto cubano», asegura Felipe Valls Jr., hijo del fundador y actual encargado del negocio.
Nicole Valls no dio mayores detalles y se limitó a decir que la empresa de relaciones públicas que trabaja para la familia dará posteriormente más comentarios sobre el fallecimiento del empresario y sobre los servicios funerarios.
El restaurante Versailles, ubicado en la emblemática Calle 8 de Miami, se ha convertido en un punto de reunión de la comunidad cubana en el exilio desde que abrió sus puertas hace 51 años.
El local usualmente es el punto de concentración de activistas y miembros de la comunidad cubana en el sur de la Florida, y sirve como el punto de encuentro para manifestaciones sobre temas políticos que involucren a la isla.
Nacido el 8 de marzo de 1933, con 14 años su familia lo envió a estudiar a Estados Unidos para cumplir su enseñanza secundaria en la Academia Militar de Riverside en Gainesville, en Georgia. Luego se incorporaría a los negocios de la familia en Santiago de Cuba hata que tomó el camino del exilio y nunca más retornaría a su patria.
Empezando desde cero
Al llegar a Miami, el joven de 25 años tuvo que empezar de cero y consiguió un primer trabajo como lavaplatos que solo le duró un día. Luego comenzó en una empresa de equipos de refrigeración y hostelería, donde muy pronto inició la importación de cafeteras desde Italia y España, con ayuda de contactos que tenía en la isla, recordó el canal de noticias.
«Las cafeteras me abren el camino porque aquí no se usaban», explicó.
Valls reunió lo suficiente para tener su primer restaurante, el Badía, en 1968, que más tarde vendió para comprar el terreno de la calle Ocho donde hoy se encuentra el Versailles.
En medio siglo de fundado el restaurante ha tenido dos ampliaciones y modificaciones leves, pero siempre ha conservado una imagen refinada que evoca el palacio francés que le da origen a su nombre.
Este local fue inaugurado en 1971 y constituyó el primer lugar de encuentro para la diáspora cubana, que se reunía allí para comer arroz con pollo o ropa vieja, o tomar el clásico café cubano con pastelitos de guayaba.
Con Información de | Diario Las Américas
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