Yair Lapid felicitó a Benjamin Netanyahu por su victoria en las elecciones de este martes en Israel y le comunicó que ha comenzado los preparativos para el traspaso de mando, aceptando así su derrota electoral.
Los israelíes votaron el martes en sus quintas elecciones legislativas.
Benjamín Netanyahu logra victoria contundente en elecciones de Israel
“El Estado de Israel está por encima de cualquier consideración política. Le deseo éxito a Netanyahu, por el bien del pueblo de Israel y del Estado de Israel”, dijo Lapid.
Con este mensaje, el primer ministro reconoce la derrota de su partido, Yesh Atid, y del bloque de partidos que encabeza, frente al comandado por Netanyahu.
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Con el 98% de los votos escrutados, el bloque que apoya al ex mandatario cuenta con 64 diputados de un total de 120, y obtiene así la mayoría necesaria para formar Ejecutivo.
El Likud de Netanyahu, que se impuso en los comicios y obtendría 31 escaños, integraría el gobierno junto al ultraderechista Partido Sionista Religioso (14 escaños) y los ultraortodoxos Shas (11 escaños) y Judaísmo Unido de la Torá (8 escaños).
Los medios de comunicación israelíes, dijeron que el nuevo gobierno podría estar cerrado a mediados de mes
Las coaliciones anteriores de los últimos años han tenido mayorías parlamentarias más estrechas que las hacían vulnerables a las mociones de censura.
Si bien estos números aún no son definitivos y el resultado final sería anunciado recién mañana, este jueves se confirmó que el partido izquierdista Meretz no tiene posibilidades de alcanzar la cantidad de votos necesaria para entrar en el Parlamento, por lo cual se descartan cambios significativos en la asignación de escaños.
La líder de Meretz, Zehava Galón, manifestó hoy que los resultados de su partido son “un desastre para el país” y alertó sobre el componente racista de la coalición que formaría Netanyahu.
Tras la presentación del escrutinio definitivo, el presidente del país, Isaac Herzog, recibirá en los próximos días a los líderes de los partidos con representación parlamentaria para que recomienden a un candidato para el cargo de primer ministro.
Se espera que Netanyahu alcance sin problemas la mayoría mínima de 61 recomendaciones y reciba el mandato para formar gobierno.
Otra formación que ya quedó oficialmente fuera del Parlamento es el partido nacionalista árabe Balad
En esa instancia comenzaría la negociación formal con sus potenciales socios de coalición, sobre todo de cara a la asignación de carteras ministeriales, previo al anuncio del nuevo Ejecutivo.
De esta manera, tras cinco elecciones en menos de cuatro años, Israel saldría de la parálisis política que enfrenta desde 2018 y Netanyahu recuperaría el poder tras poco más de un año como líder de la oposición.
A sus 73 años, Netanyahu, el jefe de gobierno más longevo de la historia de Israel, trata de reunir una mayoría de 61 diputados en los 120 del Parlamento con sus aliados ultraortodoxos y de la extrema derecha, que puede subir a tercera fuerza.
Esta “coalición del cambio” forjada por Lapid y Naftali Bennett echó a Netanyahu del poder en junio de 2021, pero un año después perdió su mayoría en la cámara por la salida de diputados de derecha, lo que provocó elecciones anticipadas, las quintas desde la primavera de 2019.
Los sondeos otorgan al “bloque de derechas” de Netanyahu 60 escaños, uno por debajo de la mayoría
Aunque la campaña empezó lentamente, se aceleró en las últimas jornadas con los partidos dándolo todo para convencer a los indecisos y movilizar a sus bases, especialmente en las localidades árabes.
En 2020, los partidos árabes israelíes consiguieron un resultado récord de 15 escaños tras una campaña dinámica bajo una sola lista. Pero esta vez se presentan dispersos en tres candidaturas: Raam (islamista moderado), Hadash-Taal (laico) y Balad (nacionalista).
Israel comenzara nuevo proceso de gobierno tras la contundente victoria de Benjamín Netanyahu en elecciones de Israel.
En el sistema proporcional de Israel, las listas electorales deben obtener al menos 3,25% de los votos para acceder al Parlamento con un mínimo de cuatro escaños. Por debajo de este umbral, los partidos se quedan sin representatividad. La división de los partidos árabes los pone en riesgo de no alcanzar este mínimo y favorecer la victoria de Netanyahu y sus aliados.
Con información de | Infobae
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