El tener un hígado sano es sinónimo de bienestar y salud, sin embargo, es uno de los órganos más sensibles y vulnerables a alguna enfermedad, siendo el hígado graso (esteatosis hepática), una de las de mayor frecuencia en la población.
Según el sitio web del periódico, Express, del Reino Unido, NAFLD se caracteriza por la falta de síntomas en las primeras etapas; sin embargo, a medida que avanza aparecen una serie de síntomas como la aparición de hematomas con mayor facilidad.
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“Mientras que un hígado saludable debería tener muy poca o ninguna grasa, en el Reino Unido aproximadamente entre el 20 y el 30 por ciento de las personas tienen evidencia de hígado graso. La NAFLD en etapa inicial generalmente no es dañina, pero si progresa; puede causar cicatrices, daños e incluso cáncer de hígado”, explica, Ameet Dhar y Nowlan Selvapatt, investigadores del Wellington Hospital y College Healthcare.
Conoce si podrías sufrir la enfermedad del hígado graso
Después de identificar la enfermedad, es posible tomar algunas medidas para reducir los riesgos. No obstante, los síntomas no suelen aparecer hasta que el hígado ha sufrido algún daño, como la cirrosis. “Incluso en las etapas más avanzadas de la enfermedad; muchos pacientes no tienen síntomas”, informan los médicos.
Cuando su hígado está dañado, produce menos proteína para coagular la sangre; así que esté atento a los hematomas que aparecen en su cuerpo, ya que la falta de coagulación puede hacer que los hematomas y el sangrado sean más fáciles. Las marcas negras y azules en la piel podrían ser signos de esta afección hepática.
Según los expertos, otros síntomas de la cirrosis incluyen:
Coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos (ictericia).
Confusión (encefalopatía hepática).
Vómitos de sangre debido a venas varicosas en el estómago.
Picazón en la piel.
Orina de color oscuro.
Heces negras o alquitranadas.
Hinchazón del abdomen, piernas, pies y tobillos.
¿Cómo limpiar el higado y dejarlo como nuevo?
La Biblioteca de los Estados Unidos, MedlinePlus, indica que el hígado graso es una enfermedad que se produce por la acumulación de grasa en dicho órgano; que de acuerdo con la entidad americana, existen dos tipos de afecciones: el hígado graso no alcohólico, y el hígado graso por el alcohol.
El primero, no se asocia con el consumo de una bebida, sino que se presenta por el daño en las células del hígado, causando, en algunos casos, fibrosis. Por otro lado, la enfermedad de hígado graso por alcohol se debe al alto consumo de bebidas alicoradas que la persona ingiere ocasionando daños en el organismo.
Es así como se recomienda evitar el consumo de estas; para preservar el hígado que tiene como función ayudar “al organismo a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas”, señala la entidad americana.
Además, las personas más vulnerables en padecer de esta enfermedad, son aquellas que tienen diabetes tipo 2, obesidad; sufren de altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Así mismo, de hipertensión o de pérdida de peso inmediata o inexplicable. Adicionalmente, tienen hepatitis C, entre otras.
Por lo tanto, se recomienda tener hábitos saludables como dietas equilibradas y rutinas frecuentes de ejercicio; sin embargo, existen consejos prácticos que ayudan a limpiar el hígado y a prevenir esta enfermedad ya mencionada.
¿Cómo limpiar el hígado?
El portal Mejor con Salud, revela algunos consejos para limpiar de manera adecuada el hígado y prevenir enfermedades. Por ejemplo, el consumo de aguacate puede contribuir en este objetivo, ya que el primero, es considerado una grasa saludable y un alimento que protege este órgano y le aporta múltiples beneficios al organismo.
Así mismo, el portal de salud indica que el consumo de uvas puede ayudar a desinflamarlo incrementando los antioxidantes que previenen los daños en este órgano.
De la misma manera, el consumo frecuente de agua puede ayudar a limpiar no solo el hígado; sino los riñones manteniendo hidratado el cuerpo, es por esto, que se aconseja consumir hasta 8 vasos de agua diarios.
En esta lista de sugerencias para evitar enfermedades hepáticas, se encuentra una vez más, el no consumo de bebidas alcohólicas, ya que estas son procesadas por el hígado, y lo que ocasionan no es únicamente desmejorar su función, sino dañar sus células.
A lo anterior, se suma el consumo de café en la mañana, tal y como lo señala Mejor con Salud, una taza de café puede prevenir la aparición de cirrosis.
Sin embargo, se recomienda consumir por lo menos hasta cuatro tazas al día, ya que puede afectar el sistema nervioso y desencadenar efectos secundarios no deseados como taquicardia, nerviosismo, fatiga, dolores de cabeza, entre otros, explica la Clínica Mayo.
Con información de | MSN
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