Los Golden State Warriors regresan a una final de la NBA, tras vencer en el juego 5 a los Dallas Mavericks 110-120, los Warriors lograron por sexta vez el campeonato de la conferencia Oeste en los últimos ocho años.
Los Golden State Warriors celebraron por todo lo alto con su afición la clasificación para las Finales de la NBA, una cita que se les había resistido tan solo un par de temporadas.
Con su victoria de cabo a rabo por 120-110 en el quinto y definitivo partido de la eliminatoria contra los Dallas Mavericks (4-1), tiraron de su pedigrí de campeonato para mantenerse firmes en el liderato y resistir el honorable pero frágil intento de remontada visitante.
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La franquicia de la bahía, a todas luces mejor preparada para el viaje a sus sextas finales en ocho temporadas, supo agotar hasta la desesperación a Luka Doncic, víctima de una defensa asfixiante que no evitó su resurgimiento a base de puro talento en la segunda mitad.
Con 15 puntos en el tercer período y encabezando un parcial de 2-15 para alcanzar el último (94-84), el astro esloveno se animó a sí mismo y a los suyos en la lucha por alargar la serie. Sin capacidad parar lograr frenar lo suficiente el coral ataque de sus oponentes, Jason Kidd izó la bandera blanca a dos minutos del final con el 118-102 en el casillero.
Golden State barre a los Dallas Mavericks
Los Mavs habían llegado a perder de 25 puntos en el segundo tiempo y alcanzaron el descanso 69-52 abajo (-17). Klay Thompson, con una primera mitad deliciosa y 19 puntos de sus 32 totales en el encuentro (8-16 3P), lideró la anotación en dobles dígitos del quinteto titular de Golden State al completo.
Draymond Green, como un metrónomo, siempre mantuvo alerta a su equipo y se lució con 17 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias en una noche especialmente agresiva arriba. Fue tan coral y meritorio el papel de cada jugador de rotación de los Warriors -repartieron 36 asistencias en 45 canastas- que sería injusto no mencionarles a todos.
Stephen Curry, que no tuvo precisamente su mejor noche en la eliminatoria y se quedó en 15 tantos y 9 asistencias, se llevó el recién estrenado MVP de las Finales de la Conferencia Oeste, un premio bautizado en honor a Magic Johnson y que le cae como anillo al dedo para un jugador que ha marcado época.
Después de dos años de malos tragos por las lesiones de Thompson y Curry, la salud ha respetado al núcleo duro de unos Warriors que han sabido mantener la experiencia de campeonato sumando a jóvenes talentos de gran proyección a su causa.
Andrew Wiggins, número uno del Draft de 2014, ha encontrado por fin su mejor baloncesto bajo el ala de Steve Kerr y su excelente cuerpo técnico. Encargado de defender y agotar a Doncic, hizo otro excelente curro en el quinto asalto con 18 puntos y 10 rebotes. Kevon Looney, autor de un doble-doble de 10 puntos y 18 rebotes anoche, ha crecido también un montón desde su inclusión en el programa.
Mavericks no quedaron satisfechos con su temporada
El encuentro subrayó todos los méritos locales y también destapó una vez más las deficiencias de unos Mavericks que no podrán conformarse este verano. Necesitan un par de piezas, sobre todo dentro de la pintura, para reforzar el potencial del equipo, pero también deberán hacer trabajar más en el gimnasio a Doncic, falto de fondo físico y ritmo sobre la pista tanto para empezar como terminar el curso.
«Podemos estar de acuerdo en que no ha sido el mejor partido de Luka, pero es una gran lección para todos», compartió Jason Kidd, entrenador de los Mavericks. «Sabe llevar la carga mejor que nadie, pero como organización tenemos que ayudarle a rebajar el peso de la misma de aquí en adelante».
Cuando han corrido, con Jalen Brunson y Spencer Dinwiddie de principales escuderos, los Mavs han sido un dolor de cabeza incluso para los mejores equipos, como ya demostraron eliminando a los Jazz y a los Suns, el mejor equipo de la liga esta temporada.
La defensa marcó la noche
La labor de Kidd para convertir a sus jugadores en perros de presa defensivos es también de matrícula. Anoche, el agujero atrás fue Doncic y su desesperación le llevó a terminar la primera mitad con más pérdidas que canastas (2-12 TC, 6 puntos y 3 pérdidas) y una patada de desesperación a la silla en el banquillo.
El astro esloveno se animó cuando ya era tarde y acabó su primer viaje hasta la antesala de las Finales de la NBA con 28 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, promediando 31,7 puntos, 9,8 rebotes y 6,4 asistencias en estos playoffs, números al alcance de muy pocas leyendas.
En su despedida de la temporada, le acompañaron un inspirado Dinwiddie, autor de 26 puntos, y un Dorian Finney-Smith que bajó un grado su rendimiento en la serie y finalizó con 13 puntos. Jalen Brunson cerró su año rumbo a la agencia libre con 10 tantos y muchos interrogantes de futuro.
Golden State celebrará por todo lo alto la merecida victoria mientras ve desde el sofá la resolución de la batalla entre los Miami Heat y los Boston Celtics, con los de verde 3-2 arriba en las Finales del Este. De allí saldrá su rival por el título.
Doncic se despide de la temporada
Luka Doncic no pensaba mucho en el global de la temporada nada más subir a la palestra y encarar a los periodistas, que le preguntaron sobre su adiós tras unos magníficos playoffs junto a sus Dallas Mavericks. «Pienso en esta noche.
No me gusta perder, y menos de esta manera. He jugado fatal», espetó el astro esloveno nada más arrancar su rueda de prensa. «Si tenemos que hablar del equipo, de nuestra temporada, quiero decir que estoy muy orgulloso, de todos. Cada jugador, cada miembro del cuerpo técnico. Nadie daba un duro por nosotros, pero os prometo que hemos luchado hasta el final».
Con información de | Mundo deportivo |
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