Los Miami Heat dieron el primer golpe en la final de la Conferencia Este al ganar 118-107 a los Boston Celtics. El equipo de Erik Spoelstra despertó en la segunda mitad donde dejaron entrever sus mejores dotes defensivos, remontado una ventaja de 13 puntos en la primera mitad.
La estrella de los Heat, Jimmy Butler, realizó un tercer cuarto extraordinario, consiguiendo 17 puntos y un último periodo repleto de jugadas de una estrella de su talla. El astro firmó una actuación histórica con 41 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 4 robos y 3 tapones en una serie de 12 de 19 tiros de campo y 17 de 18 en tiros libres.
El astro local igualó cifras que tan solo LeBron James había logrado antes en unos playoffs, y lo hizo sin anotar ningún triple, una señal de su singularidad en esta era dominada por el tiro de perímetro.
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El tercer período resultó demoledor para unos Celtics que ganaron el resto de parciales pero no pudieron compensar su nefasta salida tras el descanso. Los Heat les endosaron un 39-14 (+25) del que ya no pudieron recuperarse pese al voluntarioso esfuerzo de los siete jugadores en rotación para Ime Udoka.
Las bajas de Al Horford por covid-19 y Marcus Smart por un esguince en el pie derecho terminaron por pesar mucho en las piernas fatigadas del equipo de verde, que venía de derrotar en siete partidos a los vigentes campeones hace dos días.
Miami Heat vence a Boston Celtics
Miami vio ese triunfo desde el sofá y tuvo cinco días de recuperación después de superar a los Sixers en seis asaltos; un tiempo que no desaprovecharon y que se notó con el paso de los minutos en un encuentro físico y trabado de principio a fin.
La defensa marcó el desenlace en un choque dominado por jugadas de mucho mérito que anoche cayeron como churros. Hubo 20 tapones en el encuentro, 12 para los locales y 8 para los visitantes; que gracias a los triples de Jaylen Brown (24) y Payton Pritchard (18) se mantuvieron a tiro y amenazantes en el cuarto definitivo.
Jayson Tatum, con 21 de sus 29 puntos en el primer tiempo, marcó el compás de Boston en el inicio. Con el cuerpo fresco; los Celtics supieron controlar las amenazas de Miami, que a pesar de irse 8 abajo al descanso (54-62) parecían tener controlado el partido.
Erik Spoelstra dio un golpe de pizarra y anuló la efectividad de Tatum colocándole a Butler encima. La estrella local cerró el grifo del oponente y además de meterle un par de canastas decisivas en la cara, logró intimidarle con dos tapones de primera categoría en la segunda parte.
La intensidad y liderazgo del ídolo local arengó al resto de sus compañeros, y Gabe Vincent salió mordiendo desde el perímetro y terminó aportando 17 tantos a la victoria.
Tyler Herro, con 18 puntos, había resultado clave en el primer tiempo para mantener al rival a tiro. En defensa, tanto Bam Adebayo (10 puntos y 4 tapones) como P.J. Tucker, siempre un pesado, dieron la lata a cualquier oponente que osara retarles.
Boston sin aliento
A pesar de la corta rotación y la falta de aliento, los Celtics sacaron notas positivas como la aparición de Pritchard y, sobre todo, la de Robert Williams III.
El pívot aportó 18 puntos y 9 rebotes, su mejor anotación de su joven carrera en unos playoffs. La carga de minutos de Tatum y Brown pareció pasarles factura a los visitantes; que además no fueron agresivos desde la línea de tres, uno de los elementos clave de su juego a la hora de eliminar a los Bucks en la ronda previa.
El buen papel sin Horford y Smart se desvaneció en apenas seis minutos de la segunda mitad. Un parcial de 22-2 fue demasiado para los Celtics, que terminaron el tercer cuarto con un 2 de 14 en tiros de campo y 7 pérdidas.
Luego, eso sí, lograron recortar del 96-76 (+20) al 98-89 (+9) con 7:30 por disputarse. Cuando ni Udoka creía en la remontada y tenía preparados a los cinco jugadores seleccionados para los minutos de la basura; Pritchard clavó un triple que alargó la agonía y dejó en evidencia el plan de Boston.
Las rotaciones demasiado cortas tienen sus riesgos, y más cuando hay uno o dos lesionados.
Los Miami Heat, con más descanso y fondo de armario, pusieron el 1-0 a los Boston Celtics sin echar de menos a Kyle Lowry; un apunte nada desdeñable vista la importancia de la profundidad de banquillo en el primer asalto de la eliminatoria.
El siguiente encuentro será el jueves a la misma hora y en el mismo escenario.
Con información de | Sport |
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