El color del pelo y las canas depende de su contenido en melanina, un pigmento natural que se produce en unas células llamadas melanocitos. Estas células están por toda la piel y en la raíz de cada pelo. Según pasan los años, las células acumulan desechos metabólicos como radicales libres de oxígeno y detritus celulares.
Su presencia en cantidades elevadas daña a la célula y hace que funcione cada vez peor. Este fenómeno es lo que se conoce como estrés oxidativo y es uno de los mecanismos más importantes que causan el envejecimiento.
En el caso de nuestro cabello, los melanocitos dejan de producir melanina y el pelo pierde su color y se vuelve blanco. ¿PODEMOS EVITAR LAS CANAS? Las primeras canas aparecen entre los 20 y los 30 años. Poco a poco aparecen más, de tal forma que el 90 % de los ancianos tendrá más de la mitad de su pelo cano. Esto es imposible de remediar pero, como sucede con la calvicie, es un proceso que se puede ralentizar.
Para lograrlo es necesario frenar el estrés oxidativo. Estos son algunos consejos recomendables: Tomar una dieta rica en antioxidantes (frutas y verduras frescas) y baja en grasas. Realizar ejercicio físico de forma regular.
Abandonar el tabaco y reducir el consumo de alcohol. Evitar el estrés psicológico y, si no podemos, hacer actividades que disminuyan su impacto (deporte, yoga, meditación).
Una vez que las canas aparecen ya no se pueden eliminar. El único remedio a día de hoy es el tinte, que no provoca la aparición de más canas, por cierto.
Tampoco se multiplicarán si las arrancamos o cortamos. Sí tenemos una mala noticia que dar: tener el pelo canoso no implica estar protegido contra la calvicie. Las personas con canas pueden terminar calvas. Lo que está claro es que si uno no se queda calvo tendrá canas con el paso del tiempo.
Un estudio publicado el año pasado en la revista JAMA Dermatology por un equipo de investigación español abre una puerta a la esperanza.
El trabajo describió a 14 pacientes que recuperaron el color de su pelo mientras tomaban un nuevo tratamiento contra el cáncer de pulmón.
En este estudio participaron 52 pacientes, así que el porcentaje de personas que recuperó el color del cabello es notable (27%). Los fármacos en cuestión son dos: el nivolumab y el pembrolizumab. Los dos bloquean la vía PD-1, un mecanismo de bloqueo de nuestro sistema inmunológico.
Cuando se bloquea, las defensas de nuestro organismo atacan con más facilidad a las células malignas del cáncer. ¿Por qué son capaces de devolver el color al cabello? No está claro. Podría deberse a un efecto directo sobre la formación de melanina o a una modificación del sistema inmunológico que estimula la pigmentación del pelo.
En cualquier caso, es importante dejar claro que se trata de un efecto secundario descubierto de manera casual. El tratamiento está reservado a pacientes con cáncer y, hasta la fecha, no se ha pensado en una aplicación directa para teñir las canas.
Sin embargo, este hallazgo nos permite crear nuevas hipótesis sobre el envejecimiento celular, la pérdida de la pigmentación del cabello y su relación con el sistema inmunológico. Quizá sea un paso más para descubrir un tratamiento contra las canas realmente efectivo.
Con información de: El Nuevo Herald. / Foto: Cortesía.
Periodista, Grelys Vargas.
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