Un cargamento de 250.000 litros de agua potable llegó este viernes a Tonga como parte de la movilización internacional después de que las autoridades de la nación polinesia solicitaran a la ONU asistencia urgente para responder a la situación causada por la reciente erupción volcánica y el posterior tsunami.
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El agua y otros bienes de primera necesidad llegan en barcos y aviones mientras Australia reveló hoy que el desastre ha provocado «daños críticos en infraestructuras y asentamientos remotos de Tonga», según el último vuelo de reconocimiento sobre parte de este archipiélago formado por 169 islas y 105.000 habitantes.
La contaminación de los acuíferos por las cenizas volcánicas y su salinización a causa del tsunami han hecho que la escasez de agua potable sea uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta Tonga.
Con el objetivo de paliar esta carencia, el barco HMNZS Aotearoa de la Marina neozelandesa llegó hoy al puerto de la capital tongana cargado con 250.000 litros de agua y una planta de desalinización con capacidad de producir 70.000 litros al día.
Nueva Zelanda indicó que esta noche zarpará otro navío con la misión de entregar material destinado a «purificar agua», además de participar en tareas de desescombro y construcción, mientras se encuentra de camino un barco australiano con miles de litros de agua en sus bodegas.
«La capacidad de desalinización del (barco) Adelaide puede producir una cantidad significativa de agua limpia; que es una de las primeras prioridades” tras el desastre; apunta en un comunicado el general australiano Scott Winter.
El Gobierno de Tonga solicitó la víspera asistencia urgente a Naciones Unidas; cuyo portavoz Stéphane Dujarric incidió en la especial preocupación por el acceso a agua potable de cerca de la mitad de la población que depende ahora de agua embotellada.
Más vuelos humanitarios
La ayuda humanitaria comenzó a llegar a Tonga el jueves mediante dos vuelos; procedentes de Nueva Zelanda y Australia; mientras que las autoridades tratan de «coordinar» nuevos vuelos humanitarios para los próximos días.
Un avión C-130 Hercules de las Fuerzas de Defensa neozelandesas tiene previsto partir el sábado con un nuevo cargamento de suministro de emergencia.
La entrega de ayuda «sin contacto» tiene que cumplir los estrictos protocolos contra la pandemia implementados en Tonga; que permanece libre de la covid-19 y solo ha detectado un caso importado desde el inicio de la crisis sanitaria mundial.
“Coordinar nuestras llegadas nos permite gestionar varios factores importantes, incluido garantizar que no haya riesgo de transmisión de la covid-19 entre las tripulaciones de vuelo»; apunta el gobierno australiano al precisar que «todos los miembros de la tripulación deben tener un resultado negativo del virus antes de embarcar».
Suministros de emergencia desde otros páises
Australia y Nueva Zelanda, los países más importantes de la región y relativamente cercanos a esta remota nación insular, son los que llevan la voz cantante de las operaciones en lo que es una demostración de su histórica influencia en el Pacífico Sur a pesar del claro avance de China.
Pekín donó el miércoles cientos de cajas de agua embotellada y se comprometió al envío de suministros médicos e higiene, y generadores de energía; entre otros.
El gobierno del Reino Unido informó hoy en un comunicado del envío de suministros de agua, tiendas de campaña y otros equipamientos junto al barco australiano, que llegará a Tonga, su antiguo protectorado, a principios de la próxima semana; mientras también movilizará otro navío con ayuda, que tiene previsto zarpar hoy desde Tahití.
Japón, a cuyas costas también llegó el tsunami creado por la erupción del volcán tongano, aprobó el jueves el envío de un barco cargado de ayuda humanitaria; mientras que dos aviones C-130 esperan en Australia a los permisos para volar a Tonga.
La erupción más ruidosa
La violenta erupción el sábado del Hunga Tonga Hunga Ha’apai, que provocó un tsunami que golpeó a varias naciones bañadas por el océano Pacífico; es la más ruidosa desde que existen registros, asegura el instituto geológico neozelandés GNS Science.
El estallido del volcán submarino provocó ondas atmosféricas que fueron registradas alrededor de toda la Tierra y que aún «continúan dando la vuelta al mundo»; apuntan en un comunicado los expertos.
El sismómetro del Laboratorio Subterráneo de Canfranc (España), situado a 17.000 kilómetros de Tonga; ha registrado la llegada de ondas acústicas de la violenta explosión; según un comunicado del jueves del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La explosión generó un tsunami que golpeó Tonga con olas de hasta 15 metros de alto y que ha costado la vida a al menos tres personas, aunque se teme que el número sea mayor a tenor de la destrucción ocasionada; con algunas islas totalmente devastadas.
Un fenómeno natural provocado por un volcán de tal fuerza no se registraba desde la erupción del volcán Krakatoa, entre las islas indonesia de Sumatra y Java; cuya explosión en 1883 causó un tsunami con olas de hasta 40 metros e hizo que la temperatura mundial bajara 1,2 grados.
Con información de: 800 Noticias. / Foto: Cortesía.
Periodista, Grelys Vargas.
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