Los cangrejos rojos gigantes se preparan para migrar. Cada año, con la llegada de las lluvias, la australiana isla de Navidad se deja vestir del rojo de los cangrejos que migran desde los bosques de la ínsula a las costas de Australia occidental.
Una misión que dibuja las selvas y las carreteras del llamativo color de este crustáceo gigante.
La meta de los cangrejos rojos gigantes tiene varios obstáculos, y es que; a pesar del reducido número de habitantes en la isla, las carreteras siguen siendo un peligro para estos artrópodos.
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Es por ese motivo que se han construido algunos pasos especiales y se cortan ciertas vías para que los cangrejos puedan adentrarse en el océano Índico de la manera más segura y rápida posible.
Se estima que cada cangrejo hembra puede poner hasta 100.000 huevos durante las dos semanas que se quedan en el océano. Tras el apareamiento, los machos vuelven a casa y un mes después; las crías de cangrejos rojos regresan a la costa de la isla de Navidad para emprender su travesía hasta la selva tropical.
Un viaje que puede parecer caótico pero sin embargo; está perfectamente calculado por estos crustáceos gigantes y fuertemente vigilado por las autoridades de la isla de Navidad y el personal del Parque Nacional.
Con información de La Vanguardia
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