Estados Unidos y sus aliados acusaron a China el lunes de una campaña mundial de ciberespionaje, reuniendo una coalición inusualmente amplia de países para llamar públicamente a Beijing por piratería.
A Estados Unidos se unieron la OTAN, la Unión Europea, Gran Bretaña, Australia, Japón, Nueva Zelanda y Canadá para condenar el espionaje; que según el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, representa «una gran amenaza para nuestra seguridad económica y nacional».
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Al mismo tiempo, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a cuatro ciudadanos chinos; tres funcionarios de seguridad y un pirata informático contratado, de atacar a decenas de empresas, universidades y agencias gubernamentales en los Estados Unidos y; en el extranjero.
Estados Unidos acusa a China de piratería
La embajada china en Washington no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Los funcionarios chinos han dicho anteriormente que China también es víctima de piratería informática y se opone a todas las formas de ciberataques.
Si bien una serie de declaraciones de las potencias occidentales representa una alianza amplia; los expertos cibernéticos señalaron que la falta de consecuencias para China más allá de la acusación de Estados Unidos era conspicua.
Vale señalar que hace apenas un mes, las declaraciones de la cumbre del G7 y la OTAN advirtieron a China y; advirtieron que representaba una amenaza para el orden internacional.
Adam Segal, un experto en ciberseguridad del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York, calificó el anuncio del lunes como un «esfuerzo exitoso; para lograr que amigos y aliados atribuyan la acción a Beijing, pero no muy útil sin un seguimiento concreto».
Algunas de las declaraciones del lunes incluso parecieron hacer algo. Si bien Washington y sus aliados cercanos, como el Reino Unido y Canadá, responsabilizaron directamente al estado chino del pirateo, otros fueron más circunspectos.
La OTAN simplemente expresó que sus miembros «reconocen» las acusaciones formuladas contra Beijing por Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido.
Por su parte; la Unión Europea indicó que estaba instando a los funcionarios chinos a controlar las «actividades cibernéticas maliciosas llevadas a cabo desde su territorio»; una declaración que dejaba abierta la posibilidad de que el gobierno chino fuera inocente de dirigir el espionaje.
Intrusión a Microsoft Exchange sirvió como atribución directa contra China
Estados Unidos fue mucho más específico y atribuyó formalmente intrusiones como la que afectó a los servidores que ejecutan Microsoft Exchange; a principios de este año, a piratas informáticos afiliados al Ministerio de Seguridad del Estado de China. Microsoft (MSFT.O) ya había culpado a China.
Funcionarios estadounidenses expresaron que el alcance y la escala de la piratería atribuida a China los sorprendió; junto con el uso por parte de China de «piratas informáticos criminales».
«El Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) de la República Popular China ha fomentado un ecosistema de piratas informáticos criminales; que llevan a cabo tanto actividades patrocinadas por el estado como delitos cibernéticos para su propio beneficio económico», explicó Blinken.
Las agencias de inteligencia y seguridad de Estados Unidos describieron más de 50 técnicas y procedimientos que; los «actores patrocinados por el estado de China» utilizan contra las redes estadounidenses, expresó un alto funcionario de la administración.
Redacción MiamiNews24 con información de Reuters
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