Londres declaró estado de emergencia el viernes luego de que, según la información, sus hospitales comenzaran a correr el riesgo de verse abrumados por una variante altamente transmisible del coronavirus que corre «fuera de control» en todo el Reino Unido.
Gran Bretaña tiene la quinta peor cifra oficial de muertes por COVID-19 en más de 78.000, y el primer ministro Boris Johnson cerró la economía y lanzó las vacunas más rápido que sus vecinos en un intento por detener la pandemia.
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El alcalde de Londres, Sadiq Khan, del opositor Partido Laborista, dijo que las camas de hospital en la capital se agotarían en las próximas semanas porque la propagación del virus estaba «fuera de control»:
«Declaramos un incidente importante porque la amenaza que este virus representa para nuestra ciudad está en un punto de crisis».
Londres, que compite con París por el estatus de ciudad más rica de Europa, tiene una población de más de 9 millones.
La designación de «incidente grave» suele reservarse para ataques o accidentes graves, en particular aquellos que pueden implicar «daños graves, daños, perturbaciones o riesgos para la vida o el bienestar humanos, los servicios esenciales, el medio ambiente o la seguridad nacional».
El último «incidente importante» de Londres fue el incendio de la Torre Grenfell en un bloque residencial de gran altura en 2017, cuando murieron 72 personas.
Miedo en Londres a la vacuna contra coronavirus
Khan dijo que había partes de Londres donde 1 de cada 20 personas tenía el virus. La presión sobre el servicio de ambulancias, que ahora se ocupaba de hasta 9.000 llamadas de emergencia al día; significaba que los bomberos estaban siendo reclutados para conducir vehículos, y los policías los seguirían.
La Oficina de Estadísticas Nacionales estimó que 1,1 millones de personas en Inglaterra tuvieron el coronavirus en la semana hasta el 2 de enero; el equivalente a una persona de cada 50.
Gran Bretaña, el primer país en aprobar las vacunas fabricadas por Pfizer / BioNTech y AstraZeneca, aprobó el viernes la inyección de Moderna; con la esperanza de comenzar a administrarla esta primavera. También acordó comprar 10 millones de dosis adicionales.
Sin embargo, el ministro de Transporte, Grant Shapps; dijo que se teme que algunas vacunas no funcionen correctamente contra una variante altamente contagiosa del coronavirus que ha surgido en Sudáfrica.
«Esta es una gran preocupación para los científicos», dijo a la radio LBC.
Un estudio de laboratorio realizado por la farmacéutica estadounidense Pfizer, aún no revisado por pares, indicó que la vacuna que está fabricando; desarrollada por BioNTech de Alemania, funciona contra una mutación clave en las nuevas variantes encontradas en Gran Bretaña y Sudáfrica.
Con información de Reuters
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