El vicepresidente Mike Pence recibirá públicamente la vacuna contra el COVID-19 el viernes y el demócrata Joe Biden, de igual manera, recibirá la vacuna la próxima semana, según funcionarios de transición.
Pence será el receptor más destacado hasta la fecha de una vacuna que se lanzó en los Estados Unidos esta semana, mientras la administración de Trump se apresura a generar apoyo público para una vacuna que promete frenar un virus que ya mató a más de 300.000 estadounidenses.
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Biden, por su parte, prometió hacer de la lucha contra el virus su máxima prioridad cuando asuma el cargo el 20 de enero.
Asimismo, Biden, quien está en el grupo de alto riesgo de contraer la enfermedad a sus 78 años, planea vacunarse en público, según compartió con los periodistas el miércoles en Wilmington, Delaware.
“No quiero adelantarme, pero quiero asegurarme de demostrar al pueblo estadounidense que es seguro vacunarse”, expresó Biden “Cuando lo haga, lo haré públicamente, para que todos puedan ser testigos de cómo lo hago”
Por otro lado, la esposa de Pence, Karen, y el cirujano general Jerome Adams también recibirán la vacuna el viernes, según la Casa Blanca.
Y por último, Trump recibirá la vacuna cuando su equipo médico decida que es mejor, según la Casa Blanca. El presidente fue hospitalizado después de dar positivo por COVID-19 este otoño.
Se espera que la vacuna, fabricada por Pfizer Inc y el socio alemán BioNTech SE, esté ampliamente disponible para los estadounidenses el próximo año. Otra vacuna de Moderna Inc podría obtener la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos esta semana.
Opinión de los Estadounidenses sobre las vacunas contra COVID
Muchos estadounidenses siguen siendo escépticos. Solo el 61% de los encuestados en una encuesta de Reuters|Ipsos, realizada del 2 al 8 de diciembre, dijeron que estaban dispuestos a vacunarse. Eso está por debajo del nivel del 70% que los funcionarios dicen que se necesita para alcanzar la inmunidad colectiva, ya sea a través de la exposición o la vacunación.
Incluso, un trabajador de la salud en Alaska tuvo una reacción alérgica grave después de recibir la vacuna, dijeron las autoridades el miércoles en lo que se cree que es la única reacción adversa hasta ahora en Estados Unidos.
Biden heredará los desafíos logísticos de distribuir la vacuna, así como la tarea de persuadir a los estadounidenses para que la tomen. Una parte de ese trabajo será llegar a las personas que se preocupan porque el desarrollo de la vacuna se apresuró por razones políticas.
Una de las personas encargadas por Biden de apoyar la construcción, la Dra. Marcella Nunez-Smith, le dijo a un grupo de derechos civiles negros el miércoles que la ciencia era sólida.
“El riesgo de interferencia política fue realmente eliminado”, dijo Núñez-Smith en una llamada con la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP).
Con información de Reuters| CNN
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