El cierre de las 407 sucursales de Western Union en Cuba se hizo oficial a partir del lunes; amenazando con dificultar mucho más la subsistencia de los ciudadanos en medio de una severa crisis económica.
La decisión, tomada por la administración de Donald Trump, forma parte de la sanción impuesta a la financiera cubana Fincimex y AIS Remesas; por pertenecer a un conglomerado que presuntamente se mantiene bajo control de las Fuerzas Armadas.
Ante tal acontecimiento, se presume que al ser cercenada la principal vía de envíos de remesas en dicho país, se registren actividades ilícitas con intenciones de solventar la obtención de las ayudas económicas enviadas desde el exterior.
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Según datos del Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba, una organización privada con sede en Nueva York, los 1.6 millones de cubanos que viven exiliados en Estados Unidos remitieron a sus familiares en la isla más de 1.000 millones de dólares en todo 2019; razón por la que la suspensión de ambas empresas de remesas mantiene angustiados a los cubanos que consideran esta modalidad como una opción para subsistir.
Cierre de WU se debe a supuesto control de las Fuerzas Armadas cubanas
Ante tal suspensión, la Administración de Trump ofrece como alternativa para retomar las actividades económicas negociaciones con una contraparte en la isla sin lazos con las Fuerzas Armadas, que acaparan gran parte del poder económico en el país.
El Gobierno cubano considera que la propuesta de EE.UU. es parte de su política de “mentiras, manipulaciones, coerción y ejercicio de la fuerza”, según un editorial publicado en Cubadebate, medio de comunicación estatal; señalando que resulta imposible establecer una red de pagos al margen de Fincimex pues trabaja con Western Union desde 1998.
La Administración de Donald Trump ha dado marcha atrás durante los últimos cuatro años al acercamiento con La Habana promovido por el anterior presidente, Barack Obama, y ha endurecido el embargo financiero vigente desde hace seis décadas con la mira puesta en la ya deteriorada economía de la isla.
Las sanciones de los dos últimos años se han dirigido a sectores estratégicos para las arcas estatales como el turismo, las remesas o las misiones médicas y han incluido la prohibición de los cruceros y el veto a los vuelos desde EE.UU. a todos los aeropuertos cubanos excepto el de La Habana.
Con información de: BBC | EFE
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