Los rescatistas libaneses en Beirut cavaron el miércoles a través de los destrozados restos de edificios en busca de sobrevivientes. Después de que una explosión masiva en un almacén envió una devastadora ola de explosión en Beirut. Matando al menos a 100 personas e hiriendo a casi 4.000.
Las autoridades dijeron que se esperaba que el número aumentara después de la explosión del martes en los almacenes portuarios que almacenaban material altamente explosivo.
La explosión fue la más poderosa que jamás haya arrasado Beirut. Una ciudad que aún está marcada por la guerra civil hace tres décadas. Sufre una crisis económica y un aumento de infecciones por coronavirus.
Envió una nube de hongo al cielo y sacudió las ventanas de la isla mediterránea de Chipre, a unos 160 kilómetros de distancia.
El presidente Michel Aoun dijo que 2.750 toneladas de nitrato de amonio, utilizado en fertilizantes y bombas, habían estado almacenadas durante seis años en el puerto sin medidas de seguridad.
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Le dijo a la nación que el gobierno estaba «decidido a investigar y exponer lo que sucedió lo antes posible, a responsabilizar a los responsables y negligentes, y a sancionarlos con el castigo más severo».
Una fuente oficial familiarizada con las investigaciones preliminares culpó al incidente de «inacción y negligencia», diciendo que los comités y jueces no hicieron nada «para ordenar la eliminación de material peligroso.
Los libaneses comunes, que perdieron sus empleos y vieron cómo se evaporaban los ahorros en la crisis financiera del Líbano, culparon a los políticos que han supervisado décadas de corrupción estatal y mal gobierno.
«Esta es una catástrofe para Beirut y Líbano». El alcalde de Beirut, Jamal Itani, dijo a Reuters mientras inspeccionaba los daños que estimaba en miles de millones de dólares.
El jefe de la Cruz Roja del Líbano, George Kettani, dijo que al menos 100 personas murieron y los esfuerzos de búsqueda continuaron.
Rastreando lo que falta
Familiares se reunieron en el cordón al puerto de Beirut en busca de información sobre familiares desaparecidos, mostraron imágenes de MTV en Líbano.
La intensidad de la explosión arrojó a las víctimas al mar, donde los equipos de rescate intentaron recuperar los cuerpos. Muchos de los asesinados eran empleados portuarios y personalizados y personas que trabajaban en el área o conducían durante la hora pico del martes por la noche.
La Cruz Roja estaba coordinando con el Ministerio de Salud para establecer morgues porque los hospitales estaban abrumados, dijo Kettani.
Sara, una enfermera en el Centro Médico Clemenceau de Beirut, describió las escenas en su hospital después de la explosión como «como un matadero, sangre cubriendo los pasillos y los ascensores».
Las fachadas de los edificios centrales de Beirut fueron arrancadas, los muebles fueron absorbidos por las calles y las calles estaban llenas de escombros y vidrio. Los autos cerca del puerto se volcaron.
“Este es el golpe mortal para Beirut, somos una zona de desastre. Mi edificio se estremeció, pensé que era un terremoto ”, dijo Bilal, un hombre de unos 60 años, en el centro de la ciudad.
Al igual que otros, culpó a la élite política de «Quién compensará a quienes perdieron a sus seres queridos», dijo, y describió a los políticos como «ladrones y saqueadores» por llevar al Líbano a la crisis económica.
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Llegaron ofertas de apoyo internacional. Los estados del Golfo Pérsico, que en el pasado fueron grandes partidarios financieros del Líbano, pero recientemente se retiraron debido a lo que dicen que es una intromisión iraní, enviaron aviones con equipo médico y otros suministros. Irán ofreció comida y un hospital de campaña, dijo la agencia de noticias ISNA.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otras naciones occidentales, que han estado exigiendo un cambio político en el Líbano, también ofrecieron ayuda. Holanda dijo que estaba enviando médicos, enfermeras y equipos especializados de búsqueda y rescate.
«DELITO CONTRA LAS PERSONAS»
“Esta explosión sella el colapso del Líbano. Realmente culpo a la clase dominante”, dijo Hassan Zaiter, de 32 años, gerente del hotel Le Gray, muy dañado, en el centro de Beirut.
Para muchos fue un terrible recordatorio de la guerra civil de 1975 a 1990 que destrozó la nación y destruyó franjas de Beirut, muchas de las cuales habían sido reconstruidas.
El primer ministro, Hassan Diab, prometió pedir cuentas a las personas, pero el conductor de Beirut, Abou Khaled, dijo que Diab «y sus ministros son los primeros en ser responsables de este desastre». Cometieron un delito contra la gente de esta nación con su negligencia”.
Las autoridades no dijeron qué causó el incendio inicial en el puerto que desencadenó la explosión. Una fuente de seguridad y medios de comunicación dijeron que se inició mediante trabajos de soldadura en un almacén.
El distrito portuario quedó enredado, deshabilitando la ruta principal de la nación para las importaciones necesarias para alimentar a una nación de más de 6 millones de personas. El Líbano ya ha estado luchando por albergar y alimentar a cientos de miles de refugiados de Siria.
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La embajada de Estados Unidos, que se mudó a otra parte de Beirut después de que un ataque con bomba golpeara su embajada original frente al mar en 1983, advirtió sobre informes de gases tóxicos liberados por la explosión del puerto.
La explosión se produjo tres días antes de que un tribunal respaldado por la ONU emitiera un veredicto en el juicio de cuatro sospechosos del grupo musulmán chiíta respaldado por Irán Hezbollah sobre un atentado en 2005 que mató al ex primer ministro Rafik al-Hariri y otros 21.
Hariri fue asesinado por un camión bomba en otra parte de la costa de Beirut, a unos 2 km (aproximadamente una milla) del puerto.
Redacción de MiamiNews24 con información de Reuters