Estos son algunos de los órganos que el coronavirus puede afectar, y en ciertos casos, con consecuencias fatales:
Los pulmones. Desde los primeros casos se supo que el SARS-CoV-2 puede causar una neumonía atípica que afecta principalmente los pulmones, donde puede causar coágulos y lesiones permanentes que desencadenan fibrosis.
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Los riñones. A causa de la infección, estos órganos indispensables pueden perder la sangre y las proteínas que necesitan para funcionar.
El hígado y el páncreas. Ambos son fundamentales para la producción de insulina, sustancia que regula los niveles de glucosa en la sangre.
El daño que causa al sistema endocrino puede empeorar la situación de pacientes con diabetes previa.
El sistema gastrointestinal. El COVID-19 puede manifestarse con diarreas y vómitos al atacar el tracto intestinal.
El corazón. Al afectar la coagulación y la oxigenación de la sangre, el virus hace que el corazón pierda su ritmo saludable.
Más Órganos
El cerebro y el sistema nervioso. Puede provocar inflamación cerebral o la pérdida de mielina, la sustancia que protege las células nerviosas.
Como consecuencia se presentan dolores de cabeza, confusión, mareos, comportamientos erráticos y alucinaciones.
El sistema inmunológico. El COVID-19 es capaz de activar una respuesta del sistema inmune de tal magnitud, que puede desencadenar la llamada “tormenta de citoquinas”, que causa una inflamación general y puede tener consecuencias fatales.
La piel. La forma en que afecta la coagulación de la sangre puede causar erupciones en la piel e inflamación y amoratamiento que se han observado, principalmente, en los dedos de los pies.
Los investigadores explican que muchos de estos órganos están cubiertos con células que contienen receptores ACE2; estos receptores son los que el coronavirus toma y usa con gran eficiencia para infectar a las células del cuerpo.
“Los médicos deben pensar en COVID-19 como una enfermedad multisistémica.