India está utilizando drones y camiones de bomberos para combatir su peor invasión de langostas en casi 30 años.
Mientras India continúa su batalla contra la pandemia de coronavirus, un nuevo tipo de invasión amenaza con destruir cultivos vitales y vegetación, el peor enjambre de langostas que el país ha visto en casi 30 años.
Las olas de langostas del desierto, de millones de habitantes y que se extienden hasta 7 kilómetros (4 millas) de largo, se cruzaron en el estado occidental de Rajasthan de la India desde el vecino Pakistán a principios de mayo y desde entonces los enjambres se han desplazado a cinco estados diferentes en busca de alimento.
La langosta del desierto es la más destructiva de todas las especies de langostas debido a su velocidad y capacidad de multiplicarse rápidamente, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Las langostas adultas pueden volar hasta 150 kilómetros (93 millas) al día y comer su propio peso corporal, equivalente a 2 gramos, de vegetación fresca en ese período.
Un enjambre puede variar de uno a varios cientos de kilómetros cuadrados, y cada kilómetro cuadrado contiene hasta 80 millones de langostas adultas.
India lucha contra las langostas y el coronavirus
La FAO dijo que gran parte de los movimientos de langostas fueron impulsados por los fuertes vientos del oeste a raíz del ciclón Amphan en la Bahía de Bengala, que se estrelló contra India y Bangladesh el 20 de mayo, matando al menos a 90 personas y causando más de $ 13,2 mil millones en dañar.
Desde Rajasthan, el enjambre ingresó a Uttar Pradesh, que limita con la capital, Nueva Delhi, en el norte, Madhya Pradesh en el centro de India y Maharashtra y Gujarat en el oeste el jueves, según el ministro de agricultura de India.
Otros estados han sido puestos en alerta.
Jharkhand, en el este del país, emitió una alerta estatal a los agricultores el domingo para prepararse para los enjambres de langostas, según PK Sannigrahi, científico principal de la Red de Conocimiento Krishi Vigyan Kendra en el estado.
«Encender un fuego, reventar galletas, golpear platos y latas, y tocar la batería también puede ahuyentar a las langostas, estos insectos no pueden tolerar los ruidos fuertes«, decía el aviso emitido a los agricultores.