La famotidina, es el principio activo del medicamento de venta libre para la acidez estomacal con nombre comercial Pepcid. Según informó la revista Science.
Investigadores en Nueva York están probando un medicamento común para la acidez estomacal como un posible tratamiento para COVID-19.
Un equipo de Northwell Health, el proveedor de atención médica más grande del estado de Nueva York, ha estado administrando famotidina por vía intravenosa a pacientes críticos con COVID-19 desde el 7 de abril como parte de un ensayo clínico.
La dosis que han recibido estos pacientes, muchos de los cuales están con ventiladores, es aproximadamente nueve veces mayor que la dosis habitual para el tratamiento de la acidez estomacal.
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¿Cuantos pacientes están recibiendo famotidina?
Los investigadores de Northwell Health dicen que, hasta ahora, 187 pacientes con COVID-19 se han inscrito en el ensayo, y el equipo espera incluir a casi 1,200 personas en total.
Este ensayo, que será aleatorio y doble ciego, ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Los científicos usan la aleatorización y el cegamiento, en los que una o más partes no saben qué tratamientos recibieron los pacientes, en ensayos para tratar de limitar los efectos del sesgo consciente o inconsciente.
En el ensayo, la famotidina se administra en combinación con la muy promocionada droga antipalúdica hidroxicloroquina. Según Kevin Tracey, quien dirige la investigación de Northwell, se incluyó la hidroxicloroquina porque de lo contrario no habrían podido reclutar suficientes pacientes.
La planificación del ensayo se estaba llevando a cabo en marzo, cuando se discutió ampliamente la promesa de la hidroxicloroquina, a pesar de sus riesgos potenciales. A un grupo en el estudio se le administra famotidina e hidroxicloroquina, mientras que otro solo recibirá hidroxicloroquina. Estos grupos se compararán con un grupo control de pacientes con COVID-19 tratados antes en la pandemia.
La famotidina, ¿Es segura?
Las altas dosis de famotidina pueden causar complicaciones en personas con disminución de la función renal, por lo que los pacientes con COVID-19 con problemas renales están excluidos de participar en el estudio.
El medicamento viene normalmente en tabletas, también hay una solución inyectable, que únicamente es administrada por profesionales de la salud. Este compuesto es indicado para aliviar los síntomas del reflujo ácido y la acidez estomacal, disminuyendo la cantidad de ácido en el estómago. También se puede usar para tratar úlceras en el estómago y partes del intestino.
Al parecer el medicamento puede tener algunos efectos secundarios, entre los cuales destacan el dolor de cabeza, mareos, estreñimiento y diarrea, aunque porcentaje de incidencia es muy bajo. Los efectos secundarios graves también son poco frecuentes, estos incluyen alteraciones en la frecuencia cardíaca y ritmo, problemas musculares, neurológicos, hepáticos y cutáneos.
A pesar de las posibles complicaciones, ¿Es efectiva?
Actualmente, no está claro qué tan efectivo es el medicamento para el tratamiento de COVID-19, a pesar de algunas pruebas anecdóticas alentadoras, pero Kevin Tracey, quien dirige la investigación de Northwell, le dijo a Science que algunos datos preliminares del ensayo podrían estar disponibles en «algunas semanas.»
La investigación de modelos informáticos ha indicado que la famotidina puede unirse a una enzima clave en el nuevo coronavirus, conocido como SARS-CoV-2, lo que aumenta la posibilidad de que pueda detener su propagación por todo el cuerpo.
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¿Cuando empezaron los primeros ensayos?
Tracey decidió llevar a cabo el ensayo luego de ser contactada por un amigo, el experto en enfermedades infecciosas Michael Callahan del Hospital General de Massachusetts en Boston. Callahan fue el primer investigador en destacar el medicamento como un posible tratamiento con COVID-19 en los Estados Unidos.
Callahan estaba en Wuhan, China durante el brote de la ciudad y había estado examinando los registros médicos de los pacientes con COVID-19 cuando notó algo inusual. Si bien la enfermedad estaba matando a uno de cada cinco pacientes mayores de 80 años, una parte significativa de los sobrevivientes tendían a ser pobres.
Luego descubrió que muchos de estos sobrevivientes sufrían de acidez estomacal crónica y estaban tomando famotidina, una alternativa barata al omeprazol (Prilosec) que se usa comúnmente en los Estados Unidos y en los chinos más ricos.
Según Callahan, los registros de pacientes hospitalizados con COVID-19 que examinó parecían mostrar que aquellos que tomaban famotidina morían a una tasa de alrededor del 14 por ciento, mientras que aquellos que no tomaban el medicamento morían a una tasa de aproximadamente el 27 por ciento.
¿Podría ser usada a nivel mundial?
Esta investigación aún no se ha publicado y Callahan señala que los resultados de este análisis preliminar no fueron estadísticamente significativos, pero se encontraba lo suficientemente intrigado como para notificar a las autoridades de salud pública de los Estados Unidos cuando regresó.
El Dr. Stuart Ray, profesor de medicina en enfermedades infecciosas en la Universidad Johns Hopkins, que no está involucrado en el ensayo de famotidina, dijo que era escéptico sobre los datos preliminares de China porque no había pasado por el proceso de revisión típico.
Pero a pesar de su sorpresa de que la famotidina se estaba utilizando para este propósito, dijo que existe alguna base científica para que el medicamento se use en el tratamiento de COVID-19, y también señaló que es probable que sea seguro, incluso en grandes dosis.