El mensaje desde la Casa Blanca es dramático. La proyección es que el coronavirus provoque entre 100.000 y 240.000 muertes en Estados Unidos.
Eso, explicó la doctora Deborah Birx, coordinadora de respuesta a la pandemia, en el mejor de los casos: siempre que se mantengan las directrices de distanciamiento social. Respetarlas, señaló Donald Trump, “es una cuestión de vida o muerte”. “Vamos a pasar dos semanas muy duras”, advirtió el presidente. “Va a ser doloroso, muy doloroso durante dos semanas”.
“Quiero que todos los estadounidenses estén preparados para los duros días que tenemos por delante”, pidió Trump, en la intervención más grave de cuantas ha realizado hasta ahora, en un martes en que el total de muertos del coronavirus en Estados Unidos superaron ya a los que fallecieron en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Este miércoles, el número de casos de Covid-19 confirmados en el país supera los 190.000 y el coronavirus ha causado más de 4.000 muertes, una cifra de fallecimientos que se ha duplicado en tres días, de acuerdo con el recuento de la Universidad Johns Hopkins.
El país se enfrenta a una realidad aterradora. Según el más optimista de los escenarios presentados el martes por los expertos de la Casa Blanca, el coronavirus se cobrará más vidas estadounidenses que las guerras de Vietnam (58.000) y Corea (34.000) juntas. Hasta 14 veces más que la suma de vidas estadounidenses perdidas en las guerras de Irak y de Afganistán.
“El Covid-19 es la mayor prueba a la que nos hemos enfrentado juntos desde que se formaron las Naciones Unidas”, aseguró António Guterres, secretario general de la organización con sede en Nueva York. “Es más que una crisis sanitaria. El coronavirus ataca a las sociedades en su núcleo”.
El presidente Trump y el vicepresidente Pence, así como las autoridades presentes en la conferencia de prensa diaria, quisieron transmitir al público que el éxito o el fracaso depende del riguroso respeto de las medidas de distanciamiento. “La mitigación es la respuesta”, aseguró el martes el epidemiólogo Anthony Fauci, hombre clave en la estrategia de la Casa Blanca contra el coronavirus. “Los 15 días que hemos cumplido de mitigación han tenido un efecto.
“Es como una gripe”, decía Trump el 26 de febrero, con 60 casos confirmados en el país. Siguió utilizando la comparación hasta el mismo viernes pasado. El cambio de actitud es evidente. “Esto no es la gripe”, reconocía el martes. “Esto es despiadado”.
Fuente: ElPais