Al igual que muchas ciudades de todo el mundo, Honolulú se paralizó este fin de semana después de que las autoridades implementaron medidas para frenar la propagación del coronavirus por el archipiélago.
El gobierno de Hawai fue más allá de las órdenes de confinamiento y prácticamente apagó el motor económico del estado, la industria turística, en un intento por frenar el número de infecciones. A partir del jueves, cualquier persona que llegue a las islas debe cumplir una cuarentena obligatoria de 14 días.
La medida sin precedentes redujo drásticamente el número de personas en las playas, parques y caminos rurales de la ciudad.
Es muy pronto para determinar el impacto total que el cierre tendrá en las decenas de miles de residentes de Hawai, que dependen de los dólares del turismo para pagar el alto costo de la vida allí.
Las solicitudes de apoyo por desempleo en el estado se han disparado durante la pandemia. De acuerdo con la Administración de Empleo y Capacitación, las peticiones de asistencia temporal por desocupación en Hawai se incrementaron durante la semana que concluyó el 21 de marzo mientras la economía estadounidense carga con el peso de los crecientes temores en torno al COVID-19. El Departamento del Trabajo y Relaciones Industriales del estado señaló que tan sólo en los primeros tres días de esta semana se presentaron más de 67.000 solicitudes iniciales, una cifra que representa casi el 11% de los empleados que pueden hacerlo en la entidad.
Las reglas de cuarentena obligatoria son aplicables tanto para residentes como para visitantes. Pero la posibilidad de verse obligado a permanecer en una habitación de hotel por 14 días durante las vacaciones de hecho puso fin al flujo diario de turistas.
Las aerolíneas redujeron drásticamente sus servicios hacia las islas. Casi 100 hoteles de todo el archipiélago ya cerraron y varios más podrían hacerlo esta semana.
Después de que las reglas de cuarentena obligatoria entraron en vigor el jueves, la llegada de turistas a los aeropuertos del estado cayó de forma significativa. De las 1.221 personas que arribaron por vía aérea el viernes a Hawai, únicamente 180 eran turistas, de acuerdo con la Autoridad de Turismo estatal.
Todos los restaurantes, bares y centros nocturnos se encuentran cerrados, aunque dichos establecimientos pueden ofrecer servicios a domicilio o para llevar si así lo desean.
Los famosos parques de playa de Hawai también están cerrados, pero las autoridades estatales permitieron, y en algunos casos alentaron, a los residentes a ingresar al agua para ejercitarse. Eso no fue sencillo, ya que las personas que llegaron a los estacionamientos de las playas públicas encontraron barricadas y zonas acordonadas.
El sábado aún había un buen número de personas caminando por la playa y bañándose en el mar, pero en comparación con un fin de semana habitual en Waikiki, la meca turística estaba prácticamente vacía.
Fuente: AP